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Bayern Múnich 2-1 Atlético: La victoria de nuestros mayores

Oblak mete al Atlético en su segunda final de Champions en tres años

Griezmann hace el 1-1 (L'equipe)
Una vez más, el Atleti hace historia. Los Adelardo, Gárate, Ufarte, Irureta y compañía estarán de enhorabuena. Cuarenta y dos años después, el Atlético venga a una de las mejores generaciones de la historia del Atlético de Madrid, la de los 70, la de Luis. Llevados en volandas por el espíritu del Sabio de Hortaleza y por los tres mil colchoneros que viajaron al Allianz Arena de Munich, el Atlético se ha clasificado para su tercera final de la Champions, la segunda en tres temporadas, la segunda del Cholo.
Y no fue ni mucho menos fácil. El Bayern puso las cosas muy difíciles. Quizás ha sido el partido más complicado del Atlético en toda la temporada. El partido ha sido un monólogo bávaro, no ha dejado de atacar en ningún momento del partido: Ni cuando Müller falló el penalti, ni cuando Griezmann dio medio pase al Atlético con su gol en el minuto 53, ni cuando Torres erró el penalti que hubiera puesto al conjunto madrileño con pie y tres cuartos del otro en la final de Milán. Y es que el Atleti es así: si no se sufre, no se gana. El de hoy ha sido un claro ejemplo.

Champions League-1/2 (Vuelta)

Bayern Múnich2
Atlético1
Ficha técnica
Bayern de Múnich: Neuer, Lahm, Javi Martínez, Boateng, Alaba, Xabi Alonso, Vidal, Douglas Costa (Coman), Muller, Ribery y Lewandowski.

Atlético de Madrid: Oblak, Juanfran, Godín, Giménez, Filipe Luis, Gabi, Augusto (Carrasco), Koke (Savic), Saúl, Griezmann (Thomas) y Fernando Torres.

Goles: 1-0 Xabi Alonso (31′), 1-1 Griezmann (54′), 2-1 Lewandowski.

Árbitro: Cakir. Amonestó a Javi Martínez (Bayern de Múnich) y a Giménez (Atlético de Madrid).

Incidencias: Allianz Arena

Las acometidas del Bayern fueron continuas durante todo el encuentro. Ribery y Lewandoski pusieron en muchos aprietos a Jan Oblak en varias ocasiones, pero la brillante actuación del portero esloveno, junto al partido casi perfecto de la zaga rojiblanca dejaron en vano todas las intentonas alemanas.

Tras un potentísimo disparo de Lahm que se fue por encima del travesaño, en el minuto 28, una falta de Augusto al borde del área iba a significar el primer gol del partido que igualaba la eliminatoria. Falta típica para Xabi Alonso. El fortísimo disparo del mediocentro vasco tocó en el pie de Giménez para desviar lo justo para que no llegara a las manos de Oblak. La eliminatoria estaba empatada en el primer tiempo. Nos esperaba un partido de infarto.

Dos minutos más tarde, llegó una de las jugadas polémicas del encuentro: Giménez agarró dentro del área a Javi Martínez y el colegiado turco Çakir señaló penalti a favor del Bayern. Pero por ahí apareció el tal Jan Oblak, que le dio por hacer uno de los partidos de su vida. Cierto es que no fue el mejor penalti que Müller ha tirado en su vida, pero la parada del arquero esloveno es formidable. El Atlético se salvaba del segundo. Pudo ponérsele el partido muy difícil a los del Cholo, pero por azares del destino, no fue así.
Tras otros dos ataques del Bayern, llegó el descanso, bombona de oxígeno para los de Simeone tras el agobiante partido que plantearon los bávaros.

Comenzaba el segundo tiempo con Augusto en el banco y Carrasco en el terreno de juego, declaración de intenciones total del Cholo. Se le notó un tímido cambio al conjunto colchonero, pero el balón seguía siendo claramente del Bayern. Hasta que aparecieron por allí los dos que últimamente más alegrías dan a la grada rojiblanca: Griezmann y Torres. Esta vez Torres la puso, Griezmann se quedó ante Neuer solo (parece que parte un poco adelantado) y definió al primer palo, imposible para el arquero alemán. Tras casi verse muerto, el Atlético se metía de lleno en la eliminatoria, obligando al Bayern a meter dos goles para estar en la final de San Siro. Y este año solo el Celta, en Copa, ha conseguido meter tres goles al Atlético en un partido.

Lo demás, más de lo mismo. Agobiante ataque bávaro y un Atlético haciendo lo que mejor sabe: defender. Tuvo Juanfran la sentencia en el 60, solo 7 minutos después del gol de Griezmann, pero su disparo se marchó desviado. Tras varias acometidas del Bayern en las que Oblak estuvo imponente, llegó el segundo gol del Bayern que apretaba la eliminatoria. En el minuto 74, un centro de Coman lo aprovechó Vidal para, de cabeza, poner el balón en la testa de Lewandoski que, a puerta vacía, no falló.

Se marchaba Griezmann por Thomas en el 83 y un minuto después, Javi Martínez derribó a Torres fuera del área. Çakir entendió que fue dentro y señaló penalti, pero Torres erró lo que hubiera supuesto la sentencia definitiva de la eliminatoria. Estaba claro que el Atlético no podía pasar tan fácilmente.

Los últimos 12 minutos (añadió 5 el colegiado) fueron los más difíciles de toda la temporada para el conjunto colchonero. Las acometidas alemanas eran constantes y el Atlético intentaba defenderse como podía. Oblak demostró que hoy por hoy está entre los tres mejores porteros del mundo: sacó una mano antológica a un disparo de Alaba rechazado entre el barullo del área que a punto estuvo de aguar la fiesta colchonera.

Y se llegó al final. Querido Luis, allá donde estés, tu querido Atlético está en su tercera final de Champions, la segunda en dos años. Y este año parece que sí, parece que este año el Atlético, por fin, puede ser campeón de Europa. Esta victoria es tuya, Zapatones. Ahora solo queda ganar y ganar y ganar y ganar y volver a ganar. Y nunca dejar de creer.


@RichardRvaro


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