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José Alberto Valverde: ''El Judo español tiene mucho potencial, pero no puede llegar a los niveles de otros países debido a la falta de soporte financiero''

Entrevista al exmaestro de Judo, José Alberto Valverde 

Hoy tenemos con nosotros en Deporte y Ocio a toda una eminencia del Judo español. Se trata de José Alberto Valverde, que cuenta con el titulo de 8º DAN, un privilegio al alcance de muy pocos. José Alberto, o Maestro Valverde como se le conoce en el tatami, es el precursor del Judo en la provincia de Alicante, un hecho que le ha convertido en un símbolo de la ciudad y de este deporte. Cercano, humilde y cordial son las claves de este maestro.

(P): Es usted una institución en Alicante. ¿Por qué decidió llevar el Judo a la costa alicantina?

(R): El nacimiento del judo en Alicante se debe a una persona que ya no está con nosotros, desde hace mucho tiempo. Se trata de Francisco Santamaría Vidal. Ese alicantino venía a practicar a nuestro club en Valencia todos las semanas y convenció a mi maestro para que me enviara a dar un cursillo en septiembre de 1964. Paco Santamaría no se conformó con eso y me convenció para que me quedara en esta ciudad. No le fue difícil y con su ayuda empezó una aventura que me alejó de otros proyectos. Alicante me sedujo y los alicantinos entendieron mi propuesta. Encontré el apoyo de otro alicantino, el economista Raul Ferrer Guardiola y más que una decisión mía, que entonces contaba con 22 años y con poca experiencia, fue una conjunto de circunstancias que se asociaron para que el judo tomara carta de naturaleza en la “terreta”. A ambos los echo mucho de menos.

(P): ¿Cuáles cree que son los beneficios de practicar este deporte?

(R): Cualquier deporte, bien entendido y bajo la dirección de profesores y entrenadores bien capacitados y serios, proporciona beneficios. Pero el judo, a mi entender, reúne las propiedades de los deportes individuales y de los colectivos. Durante la adolescencia, que es la etapa en la que se genera la persona que va uno a ser durante el resto de su vida, el individuo tiene necesidades que el judo puede resolver. Algunas de las más importantes son: la afirmación de la personalidad, la integración en la sociedad, el conocimiento de su propio cuerpo y de su mente, la adquisición de compromisos, el entrenamiento en el esfuerzo y la perseverancia para alcanzar objetivos y el aprendizaje del método ordenado para que todo eso sea posible. El judo, concebido por su creador, el profesor Jigoro Kano, como un sistema de educación integral, física y mental, contiene todas las condiciones para cubrir estas necesidades. Como ejercicio físico es completo y acepta perfectamente la practica con competición y sin ella. El progreso en esta disciplina depende del individuo pero para su práctica es imprescindible la interacción con los compañeros. Para ello el respeto y la colaboración son indispensables. La jerarquización por medio de los grados es flexible y adaptada a cualquier persona. En el judo prima la habilidad y la astucia frente a la pura fuerza. Las técnicas de esta disciplina están depuradas de toda violencia y el objetivo nunca es dañar sino dominar por la destreza.

(P): En países como Japón, el Judo es una asignatura en el colegio. ¿Haría lo mismo en España?

(R): En muchos colegios españoles, especialmente en Madrid y en Barcelona ya se ha integrado el judo en los programas. Creo que en bastantes otros lugares se está llevando a cabo con mucho éxito. Lo principal es que existan formadores suficientemente preparados para esa tarea y la voluntad de llevarlo a todos los ámbitos de la educación.

(P): ¿Cuándo empezó a practicar Judo?

(R): Desde muy niño y como consecuencia del ambiente familiar el deporte ha formado parte de mi vida. Mi madre y mis tíos eran buenos nadadores, mi abuelo un excelente jugador de golf, otros tíos jugaban al rugby y empecé pronto a nadar. Experimenté con el boxeo pero a la primera serie de golpes que recibí noté que eso no era lo mío. Un famoso entrenador de lucha que me vio boxear, Don Eliodoro Ruiz, esperó a que me quitara los guantes y me convenció para cambiar los golpes por el cuerpo a cuerpo y durante un tiempo practiqué la lucha grecorromana. Probé en Escocia el “Backhold” que me entusiasmó. De regreso a España un hermano mío y yo descubrimos el Judo en una escuela de Valencia llamada SHIDOKAN, que quiere decir escuela de caballeros y en ella encontré el deporte que me apasionó y me sigue colmando.

(P): ¿Qué beneficios le aportó su práctica?

(R): Serenidad, sensatez. De ambas tenía carencias importantes en mi primera juventud. Desarrollé calma, método, paciencia, empatía. Físicamente me dio salud, resistencia y habilidad. Socialmente conseguí grandes amigos, grandes maestros y mucha gente que me ayudó a extender la enseñanzas que yo iba recibiendo. Y una madurez que ahora, en el momento de disfrute de la jubilación, tras 52 años de práctica, me permite volver la mirada al pasado y sentir que no ha sido estéril.

(P): Mucha gente de nuestro país ha practicado Judo durante su infancia, pero luego lo dejan ¿a qué crees que se debe?

(R): El judo puede ser practicado durante toda la vida y también puede ser importante en una etapa de formación. Mucha gente hace judo durante unos años y, por circunstancias de estudio, trabajo, otros intereses, cambios, lo deja. Ese abandono a veces es definitivo y otras simplemente una pausa. Hay quien lo vuelve a recuperar y quien lo deja para siempre. Hay quien en la infancia lo practicó y gracias a su recuerdo lo proporciona a sus hijos. Hay quien se dedica a él toda su vida o lo intensifica durante una época de competición. En cualquier caso, en ocasiones, si se empieza demasiado pronto y en condiciones más parecidas a una guardería que a una autentica disciplina bien organizada, la falta de progreso produce hastío y necesidad de cambio. Tal vez la dureza de su práctica competitiva y el desconocimiento de todas las posibilidades que el judo encierra aparte a algunos.

(P): ¿Cómo ve la situación del Judo en nuestro país?

(R): El judo en España ha tenido etapas muy diferentes. Creo que debemos diferenciar tres aspectos: la competición de alto nivel, la practica como deporte con o sin competición y el judo educativo. En el alto nivel los mejores resultados han dependido de individualidades que se generaban en clubes privados con ayudas financieras muy irregulares y con gran dependencia de las familias de los implicados. Las instituciones han aprovechado esto y, solo en ocasiones, lo han apoyado. El resultado, por tanto, siempre ha sido irregular. Hay una materia prima impresionante pero no podemos alcanzar los niveles de otros países con estructuras mucho mejor desarrolladas, por la carencia de soporte financiero. En la practica como deporte de ocio también el peso lo soportan clubes y asociaciones privadas. El aspecto educativo lo suelen llevar también clubes privados y las secciones de actividades extra escolares de los centros de enseñanza si bien va existiendo un circuito de escuelas deportivas municipales que en ocasiones hacen una buena labor. El problema está en la elección de los responsables de la enseñanza, muchas veces poco cualificados porque las empresas que subcontratan los municipios y los colegios para el deporte priman el rendimiento económico frente al educativo.

(P): ¿Cómo ve a los judokas españoles que participarán en Río?

(R): En Rio de Janeiro vamos a tener solamente 5 representantes de 14 posibles. Eso ya da una visión de nuestro nivel en el panorama mundial. Uno menos que en los anteriores juegos. Los cinco españoles, tres mujeres y dos hombres confirman lo dicho anteriormente: escaso apoyo institucional especialmente si lo comparamos con los países de nuestro entorno, y dependencia de tres clubes que se han dejado la piel y la bolsa en ellos: el Valencia club de Judo, con Julia Figueroa, Laura Gómez y Sugoi Uriarte, el Ozone de Alicante con María Bernabéu y el club Brunete de Madrid con Francisco Garrigós.
Cualquiera de ellos tiene calidad como para subir al podio en Rio. La lucha por la clasificación ha sido tremenda. ¿Llegan en plenitud de facultades? Los cinco tienen a magníficos entrenadores que saben perfectamente como hay que llegar a una cita de esta categoría. ¿Habrán podido hacerlo adecuadamente? ¿Estarán en su mejor momento? ¿No habrán usado demasiada reservas en la durísima etapa por la que ha tenido que pasar para estar en Brasil? Hay demasiados equipos que lo han conseguido de manera más tranquila. Por otra parte la llegada al podio muchas veces está condicionada en gran medida por los sorteos y por decisiones arbitrales imprevisibles. Y por estado anímicos ocasionales. Hay deportistas para los que llegar a los juegos es el objetivo y otros para quienes lo es el podio. En el caso de nuestros 5 representantes les deseamos la mayor suerte del mundo.

(P): ¿Cómo debe de ser el "Judoka perfecto"?

(R): Un judoka completo es lo mismo que un ser humano completo. El judo, camino de la flexibilidad, tiene como objetivo el formar hombres y mujeres completos. Personas corteses, valientes, sinceras, honorables, modestas, respetuosas, responsables, amables, leales y agradecidas. El Judo es una herramienta educativa. Todos sus aspectos, formación física, habilidades, preparación mental, disciplina, cooperación, perseverancia, orden, estrategia, esfuerzo, son los instrumentos que hacen que esa herramienta sea de la máxima eficiencia. Utilizada en su conjunto con sabiduría sus resultados son óptimos. Si solo se utilizan algunos de sus aspectos se puede derivar en otra cosa. Jigoro Kano lo dejó bien claro. Para mi ha sido siempre básico uno de sus consejos: “El Judo es para el hombre, no el hombre para el Judo”. En lenguaje “políticamente correcto” deberíamos decir “hombre y mujer” pero esa es otra historia.


 @Brugos8

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