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Villarreal 2-1 Steaua: Sufrir para seguir soñando en Europa

El Villarreal pasa a la siguiente ronda de la Europa League después de vencer en casa al Steaua de Bucarest


UEL-Jornada 6

Villarreal2
Steaua1
Ficha técnica
Villarreal CF: Asenjo; Mario, Musacchio (Álvaro, m. 39), Víctor Ruiz, Jaume Costa; Jonathan dos Santos, Bruno, Trigueros, Soriano; Sansone (Santos Borré, m. 79) y Bakambu (Rodrigo, m. 84).

FC Steaua Bucuresti: Nita; Tamas, Moke, Tosca, Momcilovic; Enache (Golubovic, m. 46), Pintilii (Achim, m. 54), Bourceanu, William Amorim; Popa y Fernando Boldrin (Popescu, m. 75).

Goles: 1-0. Min. 15: Sansone. 1-1. Min. 55: Achim. 2-1. Min. 87: Trigueros.

Árbitro: Manuel Gräfe (GER). Amarilla al local Bakambu; así como a los visitantes Enache, Golubovic y Achim. Doble amarilla a Tamas (m. 78) por parte del Steaua de Bucarest.

Incidencias: El Madrigal.
Al principio de la competición el Grupo L de la UEL parecía un grupo asequible para el submarino: un equipo turco prácticamente desconocido, un grande de Suiza en horas bajas y un equipo rumano al que los expertos descartaban por completo, no tenía opciones.

Hoy se llegaba a la última jornada de la fase de grupos y esas predicciones no se cumplían. El Villarreal se encontraba en el segundo puesto del grupo empatado a puntos con el Zürich y con el Steaua de Bucarest, que visitaba el Madrigal con opciones reales de clasificarse. El submarino amarillo sabía que ganando se aseguraba una plaza en la siguiente fase. Por esa razón, Escribá apostaba por su once de gala. Se acababan las rotaciones en Europa. Tocaba ganar, sí o sí.

El equipo rumano sorprendía a todo el mundo y salía al Madrigal apretando la salida de balón y presionando en campo rival con hasta seis hombres. Al Villarreal le costaba salir, pero cuando lo conseguía creaba peligro. La clave era aparecer de segunda línea y aprovechar los espacios a la espalda del Steaua. Para llevar a cabo esa tarea apareció el experto, salió a escena Mario Gaspar. El lateral llegaba a línea fondo y le ponía un centro a Sansone, que después de dos remates, conseguía superar al portero. Era el minuto 16 y todo se ponía de cara: resultado a favor y un Steaua obligado a buscar con más ansía la portería de Asenjo.
La primera parte seguía teniendo un ritmo frenético. A través del delantero centro Popa, el conjunto de Bucarest conseguía crear peligro y llevar el peso del partido. En esta fase, el conjunto de Escribá se limitaba a cerrarse en campo propio y buscar las salidas en velocidad con Sansone y Bakambu, que se quedaban descolgados en medio campo esperando un balón largo. De esta manera llegaron dos ocasiones muy claras. Faltaba acierto, pero las sensaciones eran buenas.

Llegaba el final de la primera parte y el Madrigal se marchaba al descanso contento con la actuación de los suyos. Muy ordenados en defensa y sabiendo encontrar los espacios en campo contrario. Hasta el momento Mario Gaspar había sido el mejor del encuentro. Todas las acciones de peligro del submarino se iniciaban por banda derecha a través de una aparición del lateral. Jona ocupaba el carril interior y dejaba toda la banda para que Mario sorprendiera a la defensa rumana.

Empezaba la segunda mitad y todo parecía estar más calmado. Menos ritmo por parte de los dos equipos y un Villarreal visiblemente relajado. Todo cambiaría en el minuto 54: el conjunto rumano incorporaba a Achim al encuentro. En el primer balón que tocaba y aprovechando un despiste defensivo, el jugador rumano remataba a placer dentro del área pequeña. Empate en el marcador e inicio de un partido nuevo. El Steuau de Bucarest se lo creyó: los 4.000 rumanos que había en el Madrigal apretaban y el equipo creía en la victoria. Liderados por el extremo De Amorim, creaban varias ocasiones de gol. Solo la actuación de Asenjo evitaba el desastre, el portero groguet quería estar en la siguiente fase.

El partido se convertía en un correcalles. Ningún equipo replegaba bien y había espacios para generar peligro. Bakambu tuvo dos ocasiones clarísimas pero definió mal. No era el día del congoleño.
La tensión y los nervios eran protagonistas. El Madrigal sufría y todos los jugadores perdían precisión. Todos no, perdón. En el momento de mayor tensión, Manu Trigueros recibía un balón en la frontal. Era el minuto 87 y un gol del submarino sentenciaba la clasificación. El talaverano sacó su clase a pasear y puso el balón en la escuadra rumana. Una vaselina al alcance de unos pocos privilegiados ponía el 2-1 en el marcador y tranquilizaba al Madrigal. El Villarreal pasaba como segundo del Grupo L y le permitía a su afición seguir soñando en Europa.


@AFont77


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