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De gris a dorado: la transición que no termina en el tenis

El deporte blanco atraviesa un periodo en donde los veteranos imponen condiciones sobre los nuevos jóvenes. ¿Qué nos dice la historia?

Nadal y Federer durante un partido | Foto ATP
La vida está regida por ciclos. En ellos, ciertas personas resaltan por sobre otras dominándolos. Como todo, estos terminan aunque no suceda de un día para otro. En esos tiempos de transición aparecen, naturalmente, nuevos personajes llamados a ser los líderes del ciclo siguiente. Pero eso es justamente lo que no sucede en el tenis: este periodo gris está permaneciendo mucho más que otras veces.

Analizando la “Race to London”, vemos a dos viejos conocidos como líderes: Roger Federer está primero y Rafael Nadal segundo, con 35 y 30 años respectivamente. Pero aquí no acaba todo, ya que Stan Wawrinka es 3° (con 32) y Jo-Wilfred Tsonga 5° (con 32). La “Nueva Generación” la encabeza Grigor Dimitrov (25), que aparece 4°, acompañado por Jack Sock (24, 6°), Dominic Thiem (23, 7°), David Goffin (26, 8º), Pablo Carreño-Busta (25, 9°) y Nick Kyrgios (21, 10°).

Esta tendencia no cambia si vemos el ranking mundial, que toma las últimas 52 semanas: el líder es Andy Murray y su escolta Novak Djokovic, ambos con 29 años. Tomando como condición que la “Nueva Generación” debe tener menos de 25 años, en el Top 10 sólo aparece Thiem dentro de él (9°). Luego se escalonan Dimitrov (11°), Sock (14°), Kyrgios (15°), Lucas Pouille (23 años, 17°) y Alexander Zverev (19 años, 20°). Los nuevos no terminan de “agarrar” a los veteranos.

¿Siempre la transición fue tan lenta a lo largo de la Historia? Veamos: John McEnroe rompió la hegemonía de Jimmy Connors y Björn Borg en 1980 con 21 años; Ivan Lendl se entrometió en la lucha con esos tres teniendo 23 en 1983; Pete Sampras comenzó su reinado en la década de los ‘90 a cuatro días de cumplir 22; el propio Federer construyó su dinastía accediendo al número 1 en 2004 con 23. Diversos ejemplos en donde el asalto al liderato se da por jóvenes de menos de 25 años.
Pero existen dos situaciones que rompen esta tendencia y nos alienta a pensar que no todo es absoluto. Murray “recién” logró comandar el ranking de la ATP la temporada pasada y con 29 años, a pesar de ser considerado integrante del cuarteto que domina al tenis en esta década pero estar por debajo de ellos durante gran parte de la misma. Su bajo nivel sumado a la lesión en el codo que arrastra es, en parte, lo que permite el acercamiento de sus rivales en esta temporada.

Pero lo de Andre Agassi no sólo llama la atención por la edad sino por las similitudes que existen entre épocas: el “Kid de Las Vegas” accedió al 1 por primera vez en 1995 (con casi 25 años), pero su calidad y vitalidad, sumada a una camada de jugadores que no lograban sacarse ventajas (Ferrero, Roddick, Hewitt), permitieron que, con 33 años, volviera a dominar el tenis mundial. Lo hizo durante 12 semanas y tiene el privilegio de ser el jugador más longevo en ser el número 1.

Está claro que estamos ante, probablemente, uno de los mejores ciclos de la Historia del tenis. Y que intentar transformar ese gris de la transición en un dorado sabor a “gloria” será muy difícil para la camada siguiente, llámese Kyrgios, Zverev o Dimitrov. Sólo nos queda disfrutar las últimas funciones de varios de los mejores jugadores de todos los tiempos de este deporte, a la espera de que alguien tome la posta nuevamente. Pasará, tarde o temprano…


@Emmarivero


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