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Javier Paredes: ''Mis piernas me piden seguir, pero no a cualquier precio''

Entrevista a Javier Paredes Arango

Paredes en su etapa en Zaragoza | Foto: Zimbio

Javier Paredes Arango, nació en Oviedo el 5 de Julio de 1982 y se desempeña como lateral izquierdo, o central. Debutó en el año 2000 en las categorías inferiores con el Real Oviedo y el Real Madrid Castilla. Hasta que, dado su alto nivel, fue fichado por el Getafe en el 2005, con el que debutó en Primera y disputó la final de la Copa del Rey en la temporada 2006/07 ante el Sevilla. Más tarde, el Real Zaragoza llamó a su puerta y este permaneció siete años defendiendo la blanquilla. Años donde llegó a ser capitán y pasó por momentos delicados y de alegría. Tras un sospechoso despido, Paredes fichó por el Albacete para poner su granito de arena en la salvación del equipo manchego. La temporada siguiente, pese a no hacer individualmente un mal papel, el Alba descendió a 2ªB y Javi se tomó un tiempo para meditar si seguir jugando al fútbol. Hasta que en enero de este año, se unió al proyecto del CD Ebro, club zaragozano de 2ªB, dónde consiguió sus objetivos personales y colectivos, con una permanencia holgada.

En resumen, un jugador con mucha experiencia en la elite de nuestro futbol, un futbolista trabajador, exigente y cumplidor, y sobre todo, una gran persona, lo ha demostrado siempre, dando la cara en todo momento. Fenómeno.

Te formaste en las categorías inferiores del Real Oviedo, llegando a formar parte del primer equipo hasta el año 2003, año que supuso el descenso administrativo del Real Oviedo a tercera división. ¿Qué recuerdos te llevas de aquella etapa?

En el Real Oviedo estuve toda mi etapa de formación, pasando por todas las categorías desde alevines hasta el primer equipo. Crecí viendo al Real Oviedo y soñando con llegar algún día al primer equipo, no aspiraba a más. Lo conseguí y todos los recuerdos que guardo del club y de su gente son excelentes, no podría ser menos, porque es el club que me ha permitido estar muchos años dedicándome al futbol.

Tras dejar Oviedo, llegaste al filial del Real Madrid, equipo en el que destacaste, para posteriormente dar el salto al fútbol profesional. En tu paso por el Real Madrid Castilla compartiste vestuario con jugadores como Juanfran, Soldado, Diego López o Borja Valero. ¿Qué recuerdos te llevas de allí? ¿Te habías visto alguna vez con opciones de debutar con el primer equipo?

Cuando me llegó la oferta del Real Madrid, llevaba 2 años jugando en 2ª división, bajar a 2ªB podía verse como un paso atrás, tenía interés de equipos de 1ª y 2ª, pero en ese momento pensaba que la única forma que tenia de llegar a jugar en el primer equipo del Real Madrid era pasando por su filial, así que aposté por ello, teniendo en cuenta que la cantera de un club como el Real Madrid te abre muchas puertas. Creo que acerté porque llegué a debutar con el primer equipo y ascendí con el filial, lo que hizo que pudiera firmar por el Getafe en 1ª división.

Año 2005. Llegas a un proyecto ambicioso como el del Getafe de Bernd Schuster, equipo con el que debutas en 1ª división y llegas a una final de la Copa del Rey. ¿Con qué momento te quedas de tu etapa como jugador azulón?

Después de un primer año difícil en el que juego muy poco (coincide con la explosión de Mariano Pernia, jugador argentino que actuaba la misma posición), en mi segundo año en el club, comienza a cambiar todo desde la 2ª jornada de liga, cuando comienzo a jugar y esa temporada rindo a un nivel altísimo, quedando novenos en la clasificación y llegando a la final de la Copa del Rey tras eliminar a todo un FC Barcelona. Al Getafe le estaré eternamente agradecido porque me dio la oportunidad de mostrarme en la elite del futbol y darme la tranquilidad y la confianza necesaria para desarrollar todo mi potencial.

En la temporada 2007/08, el Real Zaragoza te ficha para las próximas cinco temporadas, que terminan siendo 7. ¿Fue difícil dejar el Getafe después de todo lo vivido?

Realmente fui muy difícil porque el club no quería que me fuese y reconocía mi trabajo, pero en ese momento creía que era una oportunidad que no podía dejar escapar. Con mi traspaso al Real Zaragoza buscaba dar un paso más en mi carrera, y aunque creía que era lo mejor para mí, me costó mucho dar el paso. Estaba en un equipo en progresión, que jugaba en Europa por primera vez, estaba a gusto y realmente fue una decisión muy difícil de tomar.

En el Real Zaragoza vives momentos contrariados, el club se había convertido en una montaña rusa: descensos, ascenso, decisiones extrañas desde la presidencia, capitanía… ¿Qué recuerdos tienes de tu larga estancia en el club blanquillo?

Resumir 7 años es muy complicado, pero si pienso en esa etapa, mi resumen es bueno aunque obviamente con más de 150 partidos en un club pasas por buenos y malos momentos. Pero el Real Zaragoza no es solo un escudo, es el club que me permitió desarrollar mi carrera futbolística, donde he evolucionado como jugador y he aprendido como persona. Donde me he sentido muy querido aunque alguno que pretendía hacer daño intentase que pareciese lo contrario. Me hubiese gustado disfrutar más mi etapa en el club, pero la situación en la que estaba, los múltiples problemas que había, polémicas, ambiente… impidieron que disfrutara como siempre quise.

Tras el descenso del equipo maño a 2ª, en 2014, el director deportivo, Suso Garcia Pitarch, decide despediros a ti y a Movilla entre otros por motivos económicos, dos jugadores importantes dentro del vestuario. Ese año el Zaragoza quedaría muy lejos del objetivo tras una gestión incalificable. ¿Qué pensaste cuando te despidieron? ¿Te pareció justo?

Aunque no quería creérmelo, sabía semanas atrás que la situación iba a explotar por algún lado y el lado débil sabía cuál era. Sinceramente me pareció muy injusto. Salir de esa manera y sin existir razón alguna. Únicamente porque el “señor” Garcia Pitarch buscaba disculpas y fuegos de artificio para tratar de tapar y limpiar su nefasta gestión. Además no solo hizo daño a jugadores y entidad en ese momento, sino que después se fue y dejo el problema para que lo solucionasen otros.

Tras este año tan convulso, apuestas por la salvación del Albacete y te conviertes en un jugador importante del “queso mecánico” para terminar renovando con el club manchego. Al año siguiente, descendéis a 2ªB y dejas de pertenecer al Alba. ¿Qué te llevas de esa última etapa en el futbol profesional?

Pues después de mi salida del Real Zaragoza y la forma en la que se produce, si te soy sincero acabo muy desencantado con todo lo que rodea el fútbol, pienso seriamente en dejarlo, pero mi orgullo personal me obligó a volver a jugar y es entonces cuando surge la oportunidad del Albacete, equipo al que le debo de estar eternamente agradecido porque me sirve para volver a disfrutar, a reencontrar sensaciones parecidas a las de mi etapa en Getafe. Llegué a un club que estaba en un momento muy malo y creo que necesitaban un poco de experiencia y serenidad que, yo, podía ofrecer por mi trayectoria. Desde el mercado de invierno (que es la fecha en la que me incorporo), el equipo hace una 2ª vuelta impresionante y conseguimos una salvación holgada. La segunda temporada en la que descendemos creo que puede ser uno de los momentos que más enfadado me hace estar conmigo mismo. Había una gran plantilla, un muy buen entrenador (Luis César Sampedro) y un club bien dirigido, pero sin darnos cuenta nos metemos en una situación de la cual no supimos salir y no conseguimos el objetivo. Y no podemos echar la culpa a otros factores. Lo teníamos todo para hacer un gran año, sin embargo, fue todo lo contrario.

Te tomas unos meses de reflexión para decidir si seguir jugando al futbol o no y las piernas te piden más. Fichas por el Ebro, equipo humilde y cercano que está haciendo las cosas muy bien en 2ªB. Salvación con la gorra. ¿Qué te llevas de este paso por el club zaragozano? ¿Ves un proyecto a largo plazo para ascender a 2ª?

Una vez que desciendo con el Albacete, tenía claro que iba a seguir un año más jugando seguro, y que si iba a ser mi último año quería intentar acabar en La Liga 1|2|3, (porque la opción de ir a jugar al extranjero no me convencía), así que, aunque en Albacete estaba muy bien, decidí esperar ofertas de 2ª. Este último año creo que estuve a buen nivel pero en verano, sea por la razón que fuese, no hubo ninguna opción que me convenciese, así que decidí seguir entrenando por si surgía algo interesante. Encontraba necesario el poder entrenar con un grupo para mantener la forma y surgió la opción de ir al C.D Ebro. Cierto es que desde el primer día estuve cómodo, los compañeros me valoraban, así que en Navidad, cuando se me propuso formar parte del equipo, pensé era una opción que en ese momento me hacía feliz. Por desgracia la categoría es muy mejorable en campos, seguimiento, profesionalidad… sin embargo, disfruté mucho estos meses.

Hablar de ascensos en el C.D. Ebro creo que es muy pretencioso. Primero tiene que asentar el proyecto en la categoría e ir creciendo poco a poco. Paciencia.

Tras tantas temporadas en la élite del fútbol, ¿Con qué momento te quedas?

De toda mi carrera no podría destacar uno en concreto, por lo que te menciono varios:

Mi debut con el Real Oviedo, el último derbi contra el Sporting en el Carlos Tartiere. En Getafe, el día que eliminamos al Barcelona en la semifinal de la Copa del Rey y la final de esta misma, fue un partido irrepetible. En el Real Zaragoza he vivido experiencias extremas, desde el primer descenso como la permanencia en Getafe pasando por remontadas increíbles como contra el Villarreal en casa, el gol al Deportivo en el último momento…

¿Cuál ha sido la mejor afición que has tenido? ¿Y el club donde mejor has estado?

Pues elegir entre las aficiones es como la típica pregunta de a quién quieres más a papa o mama. No cabe duda de que con la afición que más trato he tenido y de la que más apoyo he recibido (también algún palo) ha sido la del Real Zaragoza... todavía guardo muchos mensajes de apoyo cuando tuve que salir del club... y reconozco que junto a la afición del Oviedo, son 2 aficiones que cuando quieren son motores que impulsan al equipo o sostienen a la institución en los malos momentos...

¿Y el mejor lugar donde he estado? Si pienso solo en aspecto futbolístico creo que me quedo con Getafe, fue una temporada para recordar y Albacete donde, como dije, disfruté mucho porque pude disfrutar del fútbol sin la presión mediática de Zaragoza, donde todo en el club era ilusionante y porque por mi edad sabía que cada entreno, cada partido es un regalo y por ello disfrute de todo.

Hablando de la Liga 1|2|3… ¿Por quién apuestas para el ascenso?

Predecir algo en La Liga 1|2|3 es muy difícil y más a estas alturas... Por lo que veo me gusta lo que estoy viendo en Real Zaragoza, Osasuna y Real Valladolid.

Aunque equipos como Sporting de Gijón, Granada, Lugo, Real Oviedo, Tenerife, Cádiz... están haciendo buenas plantillas.

Y… ¿Ahora qué? ¿Cuelgas las botas oficialmente? ¿Qué planes tienes para el futuro?

Respecto a si cuelgo o no las botas... es difícil dar el paso definitivamente. Mis piernas me piden seguir, me encuentro bien físicamente y con ganas de competir pero no a cualquier precio. Es el primer verano que no estoy pendiente de representantes ni del teléfono... si surge una opción en La Liga 1|2|3 la valoraría a nivel personal, familiar.... A día de hoy no me planteo ni jugar fuera de España ni en 2ªB. Creo que aunque me encuentre bien para jugar más años puede ser el momento de buscar nuevos proyectos. Siempre me ha gustado el tema de la representación, la gestión de entidades de fútbol… Últimamente formo parte de la candidatura de Jorge Pérez a la presidencia de la RFEF y puede ser que tras los últimos acontecimientos se repita todo el periodo electoral y surjan opciones.

Se agradece que haya personas como Javier Paredes en el mundo del futbol. Un jugador profesional que nunca se ha escondido y siempre ha estado dispuesto a dialogar, como persona, más de lo mismo.

Gracias por tu amabilidad, disponibilidad y naturalidad a la hora de responder las preguntas.

Así da gusto hacer las cosas. ¡MUCHA SUERTE JABALÍ!

“Lo que he aprendido en todo este tiempo y ahora se lo repito a la gente que está empezando es que aprovechen cada segundo de éxito que tienen en el fútbol, cada victoria, cada gol, porque en regla general (excepto los jugadores de equipo grande), en el fútbol por cada éxito recibes 100 palos.”

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