Camisa de once varas
La nueva camiseta de la SelecciĆ³n espaƱola desata la polĆ©mica
PolĆ©mica, como nos gusta este vocablo. Una controversia, tengo que reconocer, que es la que nos da de comer a los columnistas o articulistas. Sin chicha, no serĆa igual, sin material el periodismo se convertirĆa en una ventana de la monotonĆa de la realidad. Todo serĆa igual, las noticias, las pĆ”ginas de los periĆ³dicos serĆan tediosas, aburridas. La gente no los comprarĆa , se conformarĆa con ver la caja tonta sin ningĆŗn estĆmulo, sin nada que suscite morbo o debate.
Ahora, la polĆ©mica semanal tiene que ver con la camiseta de la selecciĆ³n espaƱola. MĆ”s que con la elĆ”stica, con sus colores, con uno en particular. Un azul que parece morado. Como si de la imagen del vestido que tanto pululĆ³ por Whatsapp se tratarĆ”, algunos aprecian el color morado y otros el azul. Un tono, que cambia en funciĆ³n de la perspectiva o distancia en la que se vean. Si aprecias la camisa desde cerca, es azul, si te alejas un poco, parece morado. Un efecto Ć³ptico, que ha hecho enfurecer a muchos ciudadanos, entre ellos altos cargos del Gobierno, y ha dado un hipotĆ©tico aliciente para que los que no se sienten identificados por nuestra enseƱa oficial se compren la camiseta.
¿Estrategia de Adidas? ¿Una consigna polĆtica por parte de la RFEF para que EspaƱa sea una RepĆŗblica? ¿O simple casualidad? Un servidor, se queda con la Ćŗltima. EstĆ” claro que desde lejos parece que la elĆ”stica hace un guiƱo a la tricolor, pero sinceramente creo que se trata de una simple e inoportuna casualidad. Adidas ha metido la zarpa indirectamente, de eso no hay duda, pero discrepo de que la compaƱĆa alemana tuviera pleno conocimiento de que al elegir esa combinaciĆ³n de colores iban a existir interpretaciones o connotaciones polĆticas. Una controversia que no se hubiera producido si estuviĆ©ramos viviendo otras circunstancias en EspaƱa. SituaciĆ³n que ha exacerbado el sentimiento patriĆ³tico de algunos y la polarizaciĆ³n. Ocasionando que se ponga a las banderas por delante de las personas, provocando que saltemos a la mĆnima y por tonterĆas como esta.
No se si se retirarĆ” la camiseta y desconozco que pasarĆ” con el polĆ©mico diseƱo. Pero se trata de una mera "casualidad", una eventualidad entrecomillada porque ni siquiera es morado el color que ha despertado la polĆ©mica. Debemos dejar la polĆtica fuera del deporte, y lo dice alguien que se dedica a ella, lo escribe una persona que la acusan de no saber hablar de otra cosa mĆ”s que de polĆtica. Si criticĆ”bamos a los catalanes por utilizar al FC Barcelona como escaparate y altavoz de sus consignas, no debemos cometer sus mismos errores y ver en el fĆŗtbol un instrumento logĆstico para hablar de ideologĆas. FĆŗtbol es fĆŗtbol, polĆtica es polĆtica. Aprendamos a diferenciar y a hablar de los asuntos cuando nos encontremos en el espacio idĆ³neo para cada uno de ellos.
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Cuatro |
Ahora, la polĆ©mica semanal tiene que ver con la camiseta de la selecciĆ³n espaƱola. MĆ”s que con la elĆ”stica, con sus colores, con uno en particular. Un azul que parece morado. Como si de la imagen del vestido que tanto pululĆ³ por Whatsapp se tratarĆ”, algunos aprecian el color morado y otros el azul. Un tono, que cambia en funciĆ³n de la perspectiva o distancia en la que se vean. Si aprecias la camisa desde cerca, es azul, si te alejas un poco, parece morado. Un efecto Ć³ptico, que ha hecho enfurecer a muchos ciudadanos, entre ellos altos cargos del Gobierno, y ha dado un hipotĆ©tico aliciente para que los que no se sienten identificados por nuestra enseƱa oficial se compren la camiseta.
¿Estrategia de Adidas? ¿Una consigna polĆtica por parte de la RFEF para que EspaƱa sea una RepĆŗblica? ¿O simple casualidad? Un servidor, se queda con la Ćŗltima. EstĆ” claro que desde lejos parece que la elĆ”stica hace un guiƱo a la tricolor, pero sinceramente creo que se trata de una simple e inoportuna casualidad. Adidas ha metido la zarpa indirectamente, de eso no hay duda, pero discrepo de que la compaƱĆa alemana tuviera pleno conocimiento de que al elegir esa combinaciĆ³n de colores iban a existir interpretaciones o connotaciones polĆticas. Una controversia que no se hubiera producido si estuviĆ©ramos viviendo otras circunstancias en EspaƱa. SituaciĆ³n que ha exacerbado el sentimiento patriĆ³tico de algunos y la polarizaciĆ³n. Ocasionando que se ponga a las banderas por delante de las personas, provocando que saltemos a la mĆnima y por tonterĆas como esta.
No se si se retirarĆ” la camiseta y desconozco que pasarĆ” con el polĆ©mico diseƱo. Pero se trata de una mera "casualidad", una eventualidad entrecomillada porque ni siquiera es morado el color que ha despertado la polĆ©mica. Debemos dejar la polĆtica fuera del deporte, y lo dice alguien que se dedica a ella, lo escribe una persona que la acusan de no saber hablar de otra cosa mĆ”s que de polĆtica. Si criticĆ”bamos a los catalanes por utilizar al FC Barcelona como escaparate y altavoz de sus consignas, no debemos cometer sus mismos errores y ver en el fĆŗtbol un instrumento logĆstico para hablar de ideologĆas. FĆŗtbol es fĆŗtbol, polĆtica es polĆtica. Aprendamos a diferenciar y a hablar de los asuntos cuando nos encontremos en el espacio idĆ³neo para cada uno de ellos.
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