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Borussia Dortmund 4-0 Schalke 04: El Schalke hace honor a su nombre en el Derbi del Rühr

El Borussia Dortmund regresa del parón goleando por 4-0 a sus vecinos para situarse a tan solo un punto del liderato, mientras los visitantes caen a la octava plaza

Foto: BVB

Bundesliga-Jornada 26

B. Dortmund4
Schalke 040
Ficha técnica
Borussia Dortmund: Burki; Piszczek, Hummels, Akanji; Achraf, Dahoud (Götze, 87'), Delaney (Balerdi, 68'), Guerreiro (Schmelzer, 87'); Hazard (Sancho, 79'), Haaland, Brandt.

Schalke 04: Schubert; Todibo (Burgstaller, 46'), Sane, Nastasic; Kenny (Becker, 87'), Serdar (Schopf, 73'), McKennie, Oczipka, Caligiuri (Miranda, 76'), Harit; Raman (Matondo, 46').

Goles: 1-0 Haaland (29'), 2-0 Guerreiro (45'), 3-0 Hazard (48'), 4-0 Guerreiro (63').

Árbitro: Deniz Aytekin (Alemania). Amonestó a Sane (48'), Delaney (53'), Piszczek (73'), Matondo (86').

Incidencias: Signal Iduna Park.
16 de mayo de 2020. Una fecha para recordar. Pasaron más de dos meses desde la última vez que el balón rodó sobre el césped de los estadios más importantes de Europa. Es innecesario mencionar la pandemia y la excepcionalidad de la situación, ya es conocida por todos. El coronavirus nos arrebató muchas cosas, más importantes que el fútbol. De hecho, “se podía vivir sin fútbol”, como rezaba la imagen proyectada en un edificio que circuló viralmente por Twitter. No obstante, sobre eso se expresó de forma genial Jorge Giner en un artículo en Panenka: “Solo me sigo preguntando si a quien proyectó esa frase sobre aquel bloque de pisos le estará gustando esto de vivir sin fútbol, esto de vivir sin vida”.

Como no podía ser de otra forma, es la Bundesliga la primera en regresar del parón. El contexto es muy diferente: estadios vacíos, contacto estrictamente limitado y medidas de seguridad que se hacen inevitablemente extrañas. Sin embargo, el deporte sigue siendo el mismo, y qué mejor manera de volver que con el Derbi del Ruhr número 96 de la historia de la Bundesliga. Schalke 04 y Borussia Dortmund llegaban a este encuentro en situaciones muy distintas. Los “mineros” se encuentran en plena lucha por el último puesto que les daría acceso a competición europea la temporada que viene. Con 37 puntos antes del derbi, a diez del Bayer Leverkusen ―quinto clasificado―, solo les queda aferrarse a esa sexta plaza para no quedar perdidos en mitad de la tabla y sacar algo positivo de esta temporada en la que sus expectativas estaban algo más arriba. Por su parte, el Dortmund llegaba segundo, a cuatro puntos del líder, el Bayern de Múnich. La disputa por la liga sigue abierta después del parón y los locales buscaban resistir el asalto de sus vecinos de Gelsenkirchen para no descolgarse.

Lucien Favre presentó un once condicionado por las importantes bajas de Axel Witsel y Emre Can en el centro del campo. Thomas Delaney, que llevaba sin jugar de titular desde el mes de noviembre, y Mahmoud Dahoud ocuparon el doble pivote en el clásico 3-4-3 que se mantuvo invariable. Giovanni Reyna, que iba a disfrutar de su primera titularidad, se lesionó en el calentamiento y fue sustituido por Thorgan Hazard, mientras Jadon Sancho tuvo que esperar en el banquillo con la mascarilla puesta. Por su parte, el Schalke 04 también presentaba bajas importantes, como la del capitán Omar Mascarell o la del central turco Ozan Kabak, ambos lesionados. El esquema de David Wagner también se basó en una defensa de tres, aunque sus laterales son menos ofensivos que los del Borussia Dortmund, que actúan casi como extremos. Weston McKennie cubrió el puesto de mediocentro defensivo y Suat Serdar, Amine Harit y Daniel Caligiuri formaron una línea de tres por delante de él, con Benito Raman en punta.

Sorprendentemente, el encuentro comenzó con presiones altas de los dos equipos. El Dortmund tenía el balón atrás, pero Raman tapaba a Hummels y Harit y Caligiuri saltaban rápidamente sobre Piszczek y Akanji, al igual que McKennie y Serdar sobre el doble pivote amarillo. Sin embargo, los locales se mostraron con bastante confianza y rompieron un par de veces la presión, lo que obligó al Schalke a replegarse un poco y montar un bloque defensivo medio, apretando solo cuando el rival estaba de espaldas y cerrando espacios. El Dortmund fue dominando cada vez más, sobre todo gracias a la superioridad que Julian Brandt creó por dentro, detectando que Serdar se incorporaba mucho al ataque y dejaba a McKennie como única referencia en el centro del campo.

La movilidad de los hombres de arriba del conjunto local, sumada a las llegadas de Achraf y a las rupturas interiores y exteriores de Guerreiro aprovechando el espacio que le dejaba Brandt, fue clave en la victoria del Borussia. Precisamente, el primer gol llegó, en el minuto 28, de un pase vertical desde la defensa hacia Brandt, que abandonó la banda izquierda para recibir entre líneas en la derecha y prolongar con un magnífico toque de espuela para que Hazard se la sirviese en bandeja a Haaland, que nunca perdona en esos remates al primer toque.

El Schalke 04 no supo cómo reaccionar a ese golpe. Los tres centrales, Sané, Nastasić y Todibo, movían el balón atrás con ayuda de los carrileros y de McKennie, mientras Serdar se incorporaba y Caligiuri y Harit se cerraban formando una delantera de cuatro muy estática, que solo se podía encontrar a través de un balón largo y una segunda jugada. Las pocas veces que McKennie ―el más destacado de los de Gelsenkirchen― conectó con alguien por abajo en la primera parte fue con Raman, que no estuvo acertado en ninguno de sus controles y acabó siendo sustituido en el descanso.

Por si fuera poco, en el minuto 44 cayó el segundo gol del Schalke. Haaland presionó a Schubert ―algo que llevaba haciendo desde el principio, ya que está claro que el juego de pies del joven sustituto de Nübel en la portería no es ni mucho menos top― y lo obligó a golpear mal en largo. El balón le acabó cayendo a Brandt en tres cuartos y este hizo gala de una de sus especialidades: la pausa. Esperó la incorporación de Guerreiro por el carril izquierdo que él mismo le había dejado libre y le sirvió un balón al espacio que el lateral portugués cruzó con potencia y pegado al palo.

David Wagner, a la vista de que necesitaba agitar el partido, realizó dos cambios en el descanso, quitando a Todibo ―lesionado― y a Raman para meter a dos delanteros, uno más físico como Guido Burgstaller y otros más rápido y hábil como Rabbi Matondo, y pasar a defensa de cuatro. Aunque en las primeras jugadas apretó bien el equipo y dio la sensación de que iba a ir a buscar al Dortmund muy arriba, pronto pagó caro su atrevimiento. Una pérdida por el centro de Caligiuri cuando todos estaban cerca del área rival menos McKennie y los dos centrales provocó un contraataque de libro conducido por Haaland, que cedió para Brandt por la izquierda. Este, una vez más, levantó la cabeza y vio solo a Hazard por el otro lado, le puso un esférico perfecto y el hermano de Eden sacó un latigazo de primeras.

A partir del tercer gol, el partido no tuvo mucha historia. El Schalke 04 alternó momentos de presión alta con otros de repliegue y, aunque fue capaz de contener al Dortmund, hay que decir que el objetivo de los locales ya no era tanto llegar rápido a la portería de Schubert, sino defender con la pelota. Harit, jugador tan espectacular como intermitente, comenzó a aparecer más entre líneas por dentro, pero perdió muchos balones comprometidos que obligaron a McKennie a realizar un despliegue físico importante para cortar las salidas de Brandt, Dahoud y Hazard.

Llegado el minuto 62, Guerreiro sentenció el encuentro y firmó su doblete particular tras una nueva combinación en tres cuartos. Haaland disputó un balón largo que le cayó a Brandt, de nuevo muy solo ante la presencia de un único mediocentro defensivo rival. El ex del Bayer Leverkusen observó cómo se incorporaba Guerreiro por enésima vez y el portugués cortó hacia dentro y finalizó en el área tras una pared perfecta con Haaland, facilitada por la fragilidad de la zaga “minera”. De la media hora siguiente lo único destacable fueron los cinco cambios del Schalke y los cuatro del Dortmund, permitidos por la nueva normativa temporal de la FIFA tras la pandemia.


El 4-0 definitivo en el Derbi del Ruhr, seguramente uno de los más descafeinados de la historia por la ausencia del “Muro Amarillo” y los demás aficionados, deja al Borussia Dortmund a un solo punto del líder, el Bayern de Múnich, que tiene que disputar su encuentro de la jornada mañana ante el Unión Berlín. Por su parte, el Schalke 04 mostró una vez más las deficiencias que lo llevaron a estar peleando por el último puesto de clasificación a Europa, cuando probablemente el objetivo al comienzo de la temporada estaba algo más arriba. Esta derrota, sumada al sorprendente empate del Friburgo en casa del Leipzig y a la victoria del Wolfsburgo contra el Augsburgo, hace caer al equipo “minero” hasta la octava plaza, en la que acabará matemáticamente la jornada después de la derrota del Hoffenheim frente al Hertha de Berlín.


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