Real Madrid 1-0 Getafe: Sufrimiento extremo para acercarse a la Liga
Ramos, de penalti, dio la victoria a los blancos, desconectados buena parte del partido por culpa de un gran Getafe
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| Sergio Ramos celebrando el tanto de la victoria. Foto: Real Madrid |
LaLiga Santander-Jornada 33
| Real Madrid | 1 |
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| Getafe | 0 |
Ficha técnica
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Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Mendy; Casemiro, Modric (Valverde, 63'), Kroos; Isco (Rodrygo, 64'), Benzema, Vinícius (Asensio, 63'). Getafe: David Soria; Damián Suárez (Jason, 75'), Djene, Etxeita, Olivera; Arambarri (Ángel, 84'), Maksimovic, Nyom, Cucurella (Hugo Duro, 69'), Timor (Fajr, 84'); Jaime Mata (Jorge Molina, 75'). Goles: 1-0 Sergio Ramos (p) (79'). Árbitro: Juan Martínez Munuera (comité valenciano). Amonestó a Timor (1'), Carvajal (15'), Sergio Ramos (26'), Modric (45+4'), Nyom (47'), Militao (47'), Damián Suárez (52'), Jaime Mata (72'), Arambarri (83'), Mariano (90+4'). Incidencias: Estadio Alfredo di Stéfano.
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Contando todos los partidos desde el parón por victorias y con la oportunidad de dar un golpe de autoridad en la Liga. Con esa intención se presentaba el Real Madrid en el duelo madrileño frente al Getafe, equipo tan competitivo como difícil de batir.
Y si alguien esperaba a un conjunto azulón fiel al estilo de Bordalás, incómodo para el rival y jugando muy bien sus cartas, amén que se lo encontró. Sólo Ramos, de penalti, consiguió derribar la resistencia getafense.
El Getafe salió sin complejos y dispuso de la primera oportunidad de serio peligro con un cabezazo de Maksimovic que se envenenó en Etxeita y que tuvo que despejar a córner Courtois in extremis.
Mata, con un disparo que blocó nuevamente el portero belga, evidenció el buen inicio de los azulones. Se llegaba al ecuador de la primera parte y las prestaciones madridistas bordeaban la incomparecencia.
No fue hasta un destello de Vinícius cuando apareció por primera vez en ataque el equipo local. Tras una rápida combinación entre Modric y Mendy, el lateral francés y el extremo brasileño remató al límite con el pie, obligando a David Soria a efectuar una parada milagrosa junto al palo.
Justo después del parón para beber agua se retiró mareado Varane por un golpe y le sustituyó Militao. El central francés, que marcó un doblete en el partido de ida. El Getafe no cejaba en su presión asfixiante, impidiendo en muchas ocasiones la circulación madridista. De las pocas veces que pudo salir, los de Zidane armaron una contra que acabó en un disparo de Isco que repelió Soria.
Se llegó al descanso sin goles porque de ello se encargó muy bien el Getafe y el Madrid, incapaz de descifrar el entramado táctico de los de Bordalás.
No cambió en demasía el planteamiento de uno y otro en la segunda parte. Y con el inconveniente para los blancos de hacer frente a las salidas rápidas en ataque del Getafe con casi toda la zaga con tarjeta amarilla. No hacer una ocasión, el simple hecho de que el balón saliera en condiciones por parte del Real Madrid ya era una cuestión de sangre, sudor y lágrimas.
El único cambio perceptible era que la encomiable labor getafense ya no era suficiente como para generar oportunidades de peligro con asiduidad. Modric, con un disparo desde fuera del área que tocó en un defensa y se marchó cerca del palo, y Mata, cuyo tiro se marchó fuera muy cerca del larguero realizaron los primeros intentos del segundo tiempo para abrir el marcador.
Ante tales dificultades, Zidane optó por revolucionar a los suyos con la salida simultánea al campo de Rodrygo, Asensio y Valverde. Las modificaciones se notaron inmediatamente en el apartado ofensivo pero, en especial, en el apartado físico, ya que el Getafe no había efectuado sustituciones y le duraba cada vez menos el balón en los pies.
Tan cerrado como estaba el partido cualquier detalle podía ser decisivo. Y Carvajal, en una internada en el área fue derribado claramente por Olivera y el árbitro no dudó al decretar penalti. Ramos no falló la pena máxima y adelantó a los suyos. Un tanto que valía oro, vista la dificultad del encuentro y de lo que significaba para el campeonato.
Bordalás quemó sus naves viendo que el rendimiento en el segundo tiempo no se parecía en nada al de la primera mitad. Además, para colmo, el gol fue una liberación para los de Zidane, favorecidos por los cambios.
Con un Getafe teniendo que ostentar la responsabilidad del juego, el Madrid se encontraba más cómodo que nunca en el encuentro y no vio peligrar la victoria en el resto del encuentro. Un triunfo importantísimo para los blancos que ven ampliada su ventaja a cuatro puntos sobre el perseguidor, el FC Barcelona, y que están más cerca así del título.