Atlético 4-0 Sevilla: El Atleti baja al Sevilla de la nube
El Atlético de Madrid arrasa en el Calderón y deja sin respuesta a un Sevilla más físico que los últimos partidos
Dicen que en fútbol existen las victorias balsámicas, curativas, de esas que levantan a un equipo que no está en su mejor momento y le hacen volver al camino que nunca debió perder.
Exactamente eso le pasó al campeón de Liga en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo, en Almería, donde mostró la cara más sólida de la temporada, dejando la portería a cero de nuevo, y con una efectividad pasmosa desde el balón parado.
Esta semana, el Atleti ha vuelto a ser el Atleti. Y puede que sea porque el Cholo, guardián habitual del Calderón, vuelva al trono de donde nadie le ha podido sacar -ni lo va a hacer- en estos tres años. Es posible. También puede que sea que los jugadores comienzan a entenderse, o que la grada canta como nunca; el caso es que el campeón ha sacado la máscara con la que intimidó el año pasado.
Hoy el rival era un Sevilla lanzado, un tercero en discordia con madera de líder, que no había perdido en este inicio de campaña y no parecía que fuera a hacerlo fácilmente. Sin embargo, cometió un error garrafal a la hora de plantear el partido: Unai se bajó de la nube dejando que le bajaran de ella.
Me explico. Viendo el nivel de juego que venía mostrando el Sevilla cuando alineaba a todos los jugadors creativos, estar en la nube era delicioso, pero los rivales acompañaban, y al llegar al Calderón, el primer iceberg -que no piedra-, del camino, el Sevilla intentó ser más físico que futbolístico, cambió la utopía por el trabajo duro y eso, al Atleti, no se le puede hacer. Unai Emery fue a robar a la cárcel, y salió como era de esperar: mal.
Los locales aceptaron el combate, y el trío formado por Gabi, Saúl y Tiago se comió a un M´Bia muy solo, y con el centro del campo ganado, la magia de Arda y Koke y las aportaciones de Mandzukic sirvieron para llevar rápidamente el partido al terreno que quería manejar el Atleti.
En el ecuador de la primera parte, apareció Koke con un zapatazo que tras rebotar en la defensa se coló por la escuadra, dejando sin argumentos al Sevilla y al planteamiento rancio con el que saltó al campo.
A partir del gol, el Atlético dominó, creando numerosas jugadas a balón parado, arma infalible de los de Simeone, que hicieron nacer en una jugada ensayada el 2-0 de Saúl y la condena definitiva para el conjunto hispalense.
En la segunda parte, Banega, Denis y Deulofeu intentaron solucionar una situación muy difícil de encauzar, más cuando Griezmann, que había salido en la segunda parte, fue derribado, regalando un penalti a su compañero Raúl García para poner el tercero, con el Calderón ya de fiesta.
Faltaría, eso sí, el gol del que más lo necesitaba, Raúl Jiménez, que empujó de cabeza en el 89 para cerrar una goleada tan balsámica para unos como dolorosa para otros.
Porque dicen que en el fútbol hay victorias balsámicas, pero también derrotas víricas.
@dyoatletico
Exactamente eso le pasó al campeón de Liga en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo, en Almería, donde mostró la cara más sólida de la temporada, dejando la portería a cero de nuevo, y con una efectividad pasmosa desde el balón parado.
Esta semana, el Atleti ha vuelto a ser el Atleti. Y puede que sea porque el Cholo, guardián habitual del Calderón, vuelva al trono de donde nadie le ha podido sacar -ni lo va a hacer- en estos tres años. Es posible. También puede que sea que los jugadores comienzan a entenderse, o que la grada canta como nunca; el caso es que el campeón ha sacado la máscara con la que intimidó el año pasado.
Liga BBVA-J6
Atlético | 4 |
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Sevilla | 0 |
Ficha técnica
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Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Ansaldi; Tiago; Arda, Saúl (Griezmann, m. 65), Gabi (Raúl García, m. 46), Koke; y Mandzukic (Raúl Jiménez, m. 73). Sevilla: Beto; Diogo, Pareja, Kolodziejczak (Banega, m. 46), Tremoulinas; Carriço; Aleix Vidal (Delofeu, m. 78), M'Bia, Krychowiak, Vitolo (Denis Suárez, m. 46); y Bacca. Goles: 1-0, m. 18: Koke bate a Beto con un disparo que toca en Nico Pareja. 2-0, m. 42: Saúl Ñíguez cabecea un centro de Miranda. 3-0, m. 83: Raúl García, de penalti. 4-0, m. 89: Raúl Jiménez, de cabeza en plancha. Árbitro: José Luis González González (C. Castellanoleonés). Amonestó a los locales Mandzukic (m. 27), Koke (m. 60), Godín (m. 62) y Raúl García (m. 89) y a los visitantes Kolodziejczak (m. 18), Pareja (m. 20) y Banega (m. 89). Incidencias: partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 54.000 espectadores. El Atlético celebró hoy el 'Día de las Peñas'. |
Me explico. Viendo el nivel de juego que venía mostrando el Sevilla cuando alineaba a todos los jugadors creativos, estar en la nube era delicioso, pero los rivales acompañaban, y al llegar al Calderón, el primer iceberg -que no piedra-, del camino, el Sevilla intentó ser más físico que futbolístico, cambió la utopía por el trabajo duro y eso, al Atleti, no se le puede hacer. Unai Emery fue a robar a la cárcel, y salió como era de esperar: mal.
Los locales aceptaron el combate, y el trío formado por Gabi, Saúl y Tiago se comió a un M´Bia muy solo, y con el centro del campo ganado, la magia de Arda y Koke y las aportaciones de Mandzukic sirvieron para llevar rápidamente el partido al terreno que quería manejar el Atleti.
En el ecuador de la primera parte, apareció Koke con un zapatazo que tras rebotar en la defensa se coló por la escuadra, dejando sin argumentos al Sevilla y al planteamiento rancio con el que saltó al campo.
A partir del gol, el Atlético dominó, creando numerosas jugadas a balón parado, arma infalible de los de Simeone, que hicieron nacer en una jugada ensayada el 2-0 de Saúl y la condena definitiva para el conjunto hispalense.
En la segunda parte, Banega, Denis y Deulofeu intentaron solucionar una situación muy difícil de encauzar, más cuando Griezmann, que había salido en la segunda parte, fue derribado, regalando un penalti a su compañero Raúl García para poner el tercero, con el Calderón ya de fiesta.
Faltaría, eso sí, el gol del que más lo necesitaba, Raúl Jiménez, que empujó de cabeza en el 89 para cerrar una goleada tan balsámica para unos como dolorosa para otros.
Porque dicen que en el fútbol hay victorias balsámicas, pero también derrotas víricas.
@dyoatletico