El Atlético ficha a Alessio Cerci
El campeón de Liga cierra su plantilla con uno de los caramelos del mercado
Quien haya visto los dos primeros partidos de este Atlético en Liga, más allá de que la Supercopa fuese un rellano de buen fútbol y efectividad, y sepa un poco en qué consiste este deporte (todo se simplifica en meter la pelota), se habrá dado cuenta de que, tal y como estaba la plantilla, al Atleti le iba a costar meter muchas veces la pelota.
Es compresible por los numerosos cambios de cromos que se han producido este verano, pero, a la vez, muy preocupante ya que, por mucho que el Cholo diga, con más razón que un santo, que sus rivales con Valencia y Sevilla, eso no gusta a una afición cada días más ambiciosa.
Al equipo le faltaba velocidad, chispa, esa clase que haga buena la intensidad con la que se mata el equipo domingo a domingo, que de ese buen juego revulsivo, y esas asistencias a los delanteros. Al equipo le faltaba un poco de rabia, de lujo, de chulería. Y aquí está Cerci.
El genio loco de melena al viento que pasea con su coche o bici y su mujer al lado, desarreglado y a ser posible con greñas, que vive a lo loco, como juega.
Un zurdo que enamora a su estadio, a su afición, que desquicia al rival y no deja indiferentes ni a los recogepelotas, un italiano con todas las letras.
Llega del Torino, club pintoresco y con historia, esa que tan bien cuenta Enric González, y ha sido, probablemente, el hombre más importante de los norteños.
16 millones de euros pagarán los colchoneros por la joya que quería Simeone y que, pese al interés de Arsenal, Milan e Inter, ha decidido apostar por uno de los equipos más en forma de la temporada.
Ahora, solo queda ver si ese genio loco del que antes hemos hablado triunfa en un Calderón que quiere revivir las alegrías de una de las mejores temporadas que los jóvenes recuerdan. Clase no le falta.
@Dyoatletico
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| Cerci en su presentación como rojiblanco |
Es compresible por los numerosos cambios de cromos que se han producido este verano, pero, a la vez, muy preocupante ya que, por mucho que el Cholo diga, con más razón que un santo, que sus rivales con Valencia y Sevilla, eso no gusta a una afición cada días más ambiciosa.
Al equipo le faltaba velocidad, chispa, esa clase que haga buena la intensidad con la que se mata el equipo domingo a domingo, que de ese buen juego revulsivo, y esas asistencias a los delanteros. Al equipo le faltaba un poco de rabia, de lujo, de chulería. Y aquí está Cerci.
El genio loco de melena al viento que pasea con su coche o bici y su mujer al lado, desarreglado y a ser posible con greñas, que vive a lo loco, como juega.
Un zurdo que enamora a su estadio, a su afición, que desquicia al rival y no deja indiferentes ni a los recogepelotas, un italiano con todas las letras.
Llega del Torino, club pintoresco y con historia, esa que tan bien cuenta Enric González, y ha sido, probablemente, el hombre más importante de los norteños.
16 millones de euros pagarán los colchoneros por la joya que quería Simeone y que, pese al interés de Arsenal, Milan e Inter, ha decidido apostar por uno de los equipos más en forma de la temporada.
Ahora, solo queda ver si ese genio loco del que antes hemos hablado triunfa en un Calderón que quiere revivir las alegrías de una de las mejores temporadas que los jóvenes recuerdan. Clase no le falta.
@Dyoatletico