Minnesota Timberwolves, rentabilizando a Kevin Love
Analizamos el futuro inmediato de la franquicia de Minneapolis
Los difíciles años post-Kevin Garnett tuvieron un referente claro en Minnesota: Kevin Love. Su salida parecía clara desde el final de la temporada anterior, y solo faltaba por decidir el destino y los jugadores que llegarían a cambio. A finales de julio se confirmó lo que ya se había dicho muchas veces como rumor: Love jugaría en los Cavaliers junto a Lebron. A cambio llegaban los dos últimos números uno del Draft, Anthony Bennet y Andrew Wiggins, y Thaddeus Young, procedente de los Sixers de Philadelphia que entraron como tercer equipo en el traspaso. Un más que aprovechable botín por un jugador que se iba a ir seguro. Los Wolves son ahora un equipo lleno de juventud y de jugadores prometedores.

La salida de Love no ha significado el final de los problemas para la franquicia de Minnesota: ahora toca afrontar la renovación del base español Ricky Rubio. El jugador y su agente han hecho saber que quieren un contrato máximo, que rondaría los 85 millones y tendría una duración de 5 temporadas. La directiva no parece dispuesta a llegar a esas cifras, y las informaciones de estos días hablan de una oferta por 4 años a razón de unos 10 millones por cada uno de ellos. Incluso se leyeron rumores diciendo que Minnesota había ofrecido un cuantioso contrato a Eric Bledsoe, antes de que este renovara con los Phoenix Suns. Parece que la historia va para largo.
Exceptuando el traspaso de Love ha sido un verano tranquilo para los Wolves. Eligieron en el Draft a Zach LaVine (que en el momento no se mostró nada contento con su destino) con el número 13 y a Glenn Robinson III con el 40. Renovaron a Robbie Hummel y ficharon como agente libre a Mo Williams por una temporada y 3,75 millones. El otro movimiento importante tenía que llegar para el banquillo, después de que Rick Adelman se fuera: Flip Saunders bajará de los despachos al banquillo y compatibilizará ambos roles.
Los nuevos jugadores se suman a los que ya había, es decir Ricky Rubio, Barea, Shabazz Muhammad, Kevin Martin, Chase Budinger, Corey Brewer, Ronny Turiaf, Gorgui Dieng y Nikola Pekovic. El resultado es una plantilla joven, profunda y de calidad, que muy difícilmente jugará Playoffs en el salvaje Oeste esta temporada, pero que hará feliz a la afición con varias jugadas espectaculares dado su atletismo e ilusionará por lo que puedan llegar a ser en unos años.
Minnesota se enfrenta a su primera temporada sin su gran estrella y lo hace sonriendo. Y si no, debería. Andrew Wiggins puede ser uno de los grandes jugadores de la liga en los próximos años. LaVine, Bennet, o un Dieng que dejó muy buenas sensaciones al final de la pasada campaña, se pueden convertir también en buenos jugadores, mientras Pekovic y Rubio ya han demostrado su calidad en la liga. Respecto al base español veremos cómo se cierra su situación, si las partes llegan a un acuerdo o el órdago que han lanzado a la directiva resulta no ser un farol, y Ricky acaba visitando la agencia libre. En cualquier caso, han conseguido rentabilizar la salida, que se sabía inevitable, de su estrella y pueden afrontar el futuro con un razonable optimismo, gracias a las interesantes piezas que tienen.
@Kay76ers
@Kay76ers