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Denver Nuggets, jugando a la contra

Analizamos el futuro inmediato de la franquicia de Colorado

En una liga donde los equipos ganadores suelen contar con una o varias estrellas, los Denver Nuggets juegan a la contra. Desde que traspasaron a Carmelo Anthony en 2011, los Nuggets no han vuelto a tener a ningún All Star, pero han conseguido jugar Playoffs en 3 de las 4 últimas temporadas. Desde la salida de Melo el equipo se ha caracterizado por contar con muchos jugadores de calidad, aunque sin que ninguno de ellos destaque por encima del resto. Ninguna estrella, pero sí un número más elevado de la media de jugadores que cualquiera querría en su equipo.

Otro de los personajes importantes en la historia reciente de Denver ha sido el ahora ex-entrenador George Karl. En sus nueve temporadas al mando del equipo de Colorado siempre se clasificaron para Playoffs, aunque solo en una de esas ocasiones (2009, llegando a las Finales de Conferencia) fueron capaces de superar la primera ronda. Cuando fueron eliminados por los Warriors en 2013, después de una gran temporada, la franquicia decidió prescindir de sus servicios. También perdieron al galardonado General Manager Masai Ujiri, que se fue a los Toronto Raptors. En sustitución de Karl firmaron al ex-jugador y hasta aquel momento asistente Brian Shaw. La temporada pasada fue complicada para la franquicia de Colorado, como cabía esperar por la decepción de como acabó el año anterior y los numerosos cambios que ello había provocado, con un entrenador novato, y otros motivos como la baja para todo el año de Danilo Gallinari y una plaga de lesiones que se cebó especialmente con el puesto de base.

Antes de la ceremonia del Draft se aseguraron la vuelta de Arron Afflalo (que salió en 2012 en el trade de Howard a cambio de Andre Iguodala) a cambio de Evan Fournier y del pick 56. Ya en el Draft, los Nuggets traspasaron a Doug McDermott, elegido con el número 11, y a Anthony Randolph a los Chicago Bulls, a cambio de los picks 16 y 19, con los que eligieron al bosnio Jusuf Nurkić y a Gary Harris respectivamente. Con el número 41 escogieron al pivot serbio Nikola Jokić, que se espera que de momento siga jugando en Europa. Además firmaron a Eric Green, que había sido elegido por ellos en el Draft de 2013 pero se había pasado un año jugando en Italia. Otro movimiento importante que tendrán que afrontar será la renovación de Kenneth Faried; si no se cerrara antes del 31 de octubre el jugador pasará a ser agente libre restringido al término de la temporada.

El base Ty Lawson y el alero italiano Danilo Gallinari deberían de liderar a este equipo, junto con un reforzado, después del Mundial, Kenneth “The Manimal” Faried. Pero como hemos visto este equipo se caracteriza por no tener un líder natural, y es normal si pensamos que aparte de los tres jugadores arriba citados tienen en plantilla a Afflalo, Wilson Chandler, JaVale McGee, J.J. Hickson o Nate Robinson. Un pequeño escalón por debajo, como jugadores de rotación, encontramos a Randy Foye, Darrell Arthur o Timofey Mozgov, junto a los rookies como Harris y Nurkić. La calidad media del equipo es altísima, aunque no haya picos destacados que se salgan de dicha media.

Denver podría aprovechar la gran cantidad de jugadores interesantes que tiene para formar un paquete que enviar a cambio de una estrella. Esa sería la estrategia más común dentro de cómo funciona la liga, pero los Nuggets parecen incidir en lo contrario, en potenciar su mentalidad colectiva. Varios jugadores importantes se perdieron muchos partidos o no jugaron el año pasado; si esto no se repite este año tienen calidad suficiente para poder asaltar los puestos de Playoffs de la Conferencia. El problema es que parece difícil dar un paso más una vez entrados allí sin un jugador franquicia. Pero esto en realidad no deja de ser una contingencia, es decir, no ha pasado, pero si Shaw y los Nuggets consiguen encontrar una forma de jugar en la que se sientan cómodos y puedan potenciar sus muchísimos y diversos recursos, y consiguen hacer del Pepsi Center un fortín como ha sido otros años, podrían perfectamente luchar por los puestos de honor. Y, aunque las posibilidades no parezcan muchas, si esto acabará ocurriendo, sería ampliamente celebrado por todos los aficionados al baloncesto; porque siempre es bonito ver triunfar a los rebeldes.


@Kay76ers


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