El Liverpool venció al Queens Park Rangers en medio de muchas emociones (2-3)
Dos autogoles y cuatro tantos en diez minutos fueron parte del saldo que dejó un partido al mejor estilo Premier
Loftus Road acogió con sus 18’000 espectadores un partido que se iba a terminar sin reflejar lo sucedido en el campo. Queens Park Rangers, en posiciones de descenso, jugó el primer tiempo con la jerarquía de un grande, pero no pudo concretar sus ocasiones. El Liverpool, que llegó a Londres en el décimo puesto, disfrutó de algunas oportunidades producto de varios contragolpes, pero la imprecisión al momento de definir, especialmente de Balotelli, tampoco ayudó a abrir el marcador.
Las acciones empezaron con tres tiros de Charlie Austin nada más en el primer cuarto de partido, con un equipo local que se mostró dispuesto no solo a atacar, sino a salir de la zona de descenso. La primera ocasión de peligro para el Liverpool la iba a tener Henderson que se marchaba hacia el área, pero el árbitro Phil Dowd pitó equivocadamente fuera de juego. El primer intento de Balotelli fue seis minutos después, pero el disparo fue a las manos de McCarty. Acto seguido, con el balón al otro lado del campo, Leroy Fer falló un tiro en boca de gol tras un pase de Bobby Zamora. No se había cumplido la media hora de partido cuando se animaron Lallana, luego de una jugada de laboratorio, y Glen Johnson, desde fuera del área, pero ninguno de los dos pudo convertir.
La más clara de la primera mitad estuvo en la cabeza de Fer: el holandés remató al travesaño un envío de Zamora, para posterior despeje de Skrtel. El propio Zamora lo intentó después de tiro libre, pero salió desviado, al igual que un tiro de Gerrard dentro del área. La última antes del descanso fue un contragolpe para el equipo visitante que Balotelli no aprovechó, para molestia de Sterling, Henderson y Lallana, que acompañaron la jugada. A ‘Super Mario’, cómo no, se le vio de camino al vestuario en actitud displicente, pues además de sus fallos, el Liverpool se veía dominado por el colista.
Para el segundo tiempo, Harry Redknapp movió una ficha con el ingreso de Matthew Phillips por Onuoha. El sustituto entró enchufado y le puso a Sandro un pase atrás que terminó en atajada de Mignolet. El partido no se enfrió y Liverpool contraatacó inmediatamente, pero el tiro de Henderson salió por arriba. La siguiente ocasión fue para Glen Johnson, que nuevamente se midió desde fuera del área, aunque sin obtener frutos. Esta vez, el contraataque fue de los locales, pero el disparo de Austin cruzó toda al área sin que nadie lo tocara.
A falta de media hora, con el partido sin goles (pero que fácilmente podría haber ido 2-2), la desesperación de los jugadores del Liverpool llegó cuando Balotelli mandó a las nubes un rebote que dejó McCarthy de un disparo de Lallana. El italiano todavía no ha marcado por Premier League con su equipo actual. Brendan Rodgers, ante la falta de acierto, mantuvo el esquema, pero probó con los ingresos de Coutinho y Allen en lugar de Lallana y Can, respectivamente. Ahora con más velocidad, los ‘Reds’ fueron premiados por la insistencia más que por la puntería, porque el marcador se abrió al minuto siguiente con un autogol de Dunne cuando Glen Johnson buscaba pasarle el balón a Ballotelli en el área pequeña. Los visitantes quisieron rematar en la jugada siguiente, luego de los detalles de calidad de Coutinho y Sterling (caño incluido cada uno) y un tiro de Glen Johnson a pase de Gerrard que salió desviado.
Como buen partido de Premier, la reacción de quien encajó el gol no se hizo esperar, pues “The Hoops” lo intentaron por medio de una combinación entre sus delanteros: el balón le llegó a Zamora dentro del área, éste la bajó para el disparo de Austin y el grito de gol lo calló Mignolet con una nueva parada. Al minuto 78 llegó el cambio decisivo para los de Redknapp, que le dio minutos a Eduardo Vargas, cedido por el Napoli, en lugar de Zamora. El chileno tuvo su primera aparición en una jugada que Traore cabeceó al arco y que permitió lucirse al arquero belga una vez más. El contragolpe del Liverpool lo culminó Balotelli con su primer disparo al arco, el cual McCarthy detuvo sin problemas.
Cuando todo parecía que el conjunto local se iba a ir con la derrota mínima pese a haber jugado mejor, apareció Eduardo Vargas en el minuto 86 cuando empezó una jugada con un taquito y la terminó con un gol de cabeza que levantó a toda la hinchada del Loftus Road, que acompañaría a su equipo con más ímpetu hasta el final del partido. Tres minutos más tarde, Skrtel se anticipó y despejó una posible copia del gol del empate, también con Vargas como protagonista. Ese despeje llegó a Sterling, que se marchó a toda velocidad y dejó para Gerrard, el capitán le dejó al balón a Coutinho, el brasileño recortó en el área y con pierna derecha metió el balón el lado del palo izquierdo de McCarthy con un disparo raso. Esta vez, el grito fue de los numerosos hinchas del Liverpool. Con los 90’ recién cumplidos, los locales salieron rápido hacia arriba y nuevamente Eduardo Vargas, de cabeza tras un tiro de esquina de Fer, empató el partido. Se levantó el estadio con Tony Fernandes (empresario malayo dueño del Q.P.R) incluido.
El doblete de Vargas no fue suficiente.
Dowd, no obstante, había añadido cuatro minutos, por lo que el partido todavía podía dar más de sí. La tuvo Balotelli, primero a quemarropa, y después de taquito, en el 92’, pero la obra de arte no fue por muy poco. Todo indicaba que una falta desde mitad de campo para el equipo local iba a ser la última del partido. Hubo tiempo, sin embargo, para un contragolpe ‘Red’ que terminó en autogol de Caulker. A Brendan Rodgers se le vio tranquilo, sacó a Sterling para asegurar atrás con Kolo Toure y el partido terminó con un Harry Redknapp con gestos de escepticismo, con hinchas visitantes en euforia y con noventa minutos de emoción como telón de fondo de un marcador que se destapó al final.
Con esta derrota, Queens Park Rangers se queda en la casilla 19 con cinco puntos, mientras que el Liverpool subió dos posiciones y ahora se ubica en el octavo puesto con once unidades. Por la novena jornada, el Liverpool recibirá el sábado 26 de octubre al Hull City, y el Q.P.R hará lo propio con el Aston Villa dos días después.
@porelapellido
Premier League-J8
QPR | 2 |
---|---|
Liverpool | 3 |
Ficha técnica
|
---|
Q.P.R: McCarthy; Onuoha (Phillips 45’), Dunne, Caulker, Yun-Suk Young; Isla, Sandro (Traore 59’), Henry; Fer; Austin, Zamora (Vargas 78’). Liverpool: Mignolet; Glen Johnson, Skrtel, Lovren, José Enrique; Can (Allen 65’), Gerrard; Sterling (Kolo Toure 95’), Henderson, Lallana (Coutinho 65’); Balotelli. Goles: Dunne (p.p) (66’), Vargas (86’), Coutinho (89’), Vargas (90’) y Caulker (p.p) Árbitro: Phil Dowd. Amonestó a Dunne en el minuto 45+1, a Glen Johnson en el 70’, Skrtel al 82’ y a Coutinho en el 85’. Incidencias: Loftus Road,18000 espectadores |
Las acciones empezaron con tres tiros de Charlie Austin nada más en el primer cuarto de partido, con un equipo local que se mostró dispuesto no solo a atacar, sino a salir de la zona de descenso. La primera ocasión de peligro para el Liverpool la iba a tener Henderson que se marchaba hacia el área, pero el árbitro Phil Dowd pitó equivocadamente fuera de juego. El primer intento de Balotelli fue seis minutos después, pero el disparo fue a las manos de McCarty. Acto seguido, con el balón al otro lado del campo, Leroy Fer falló un tiro en boca de gol tras un pase de Bobby Zamora. No se había cumplido la media hora de partido cuando se animaron Lallana, luego de una jugada de laboratorio, y Glen Johnson, desde fuera del área, pero ninguno de los dos pudo convertir.
La más clara de la primera mitad estuvo en la cabeza de Fer: el holandés remató al travesaño un envío de Zamora, para posterior despeje de Skrtel. El propio Zamora lo intentó después de tiro libre, pero salió desviado, al igual que un tiro de Gerrard dentro del área. La última antes del descanso fue un contragolpe para el equipo visitante que Balotelli no aprovechó, para molestia de Sterling, Henderson y Lallana, que acompañaron la jugada. A ‘Super Mario’, cómo no, se le vio de camino al vestuario en actitud displicente, pues además de sus fallos, el Liverpool se veía dominado por el colista.
Para el segundo tiempo, Harry Redknapp movió una ficha con el ingreso de Matthew Phillips por Onuoha. El sustituto entró enchufado y le puso a Sandro un pase atrás que terminó en atajada de Mignolet. El partido no se enfrió y Liverpool contraatacó inmediatamente, pero el tiro de Henderson salió por arriba. La siguiente ocasión fue para Glen Johnson, que nuevamente se midió desde fuera del área, aunque sin obtener frutos. Esta vez, el contraataque fue de los locales, pero el disparo de Austin cruzó toda al área sin que nadie lo tocara.
A falta de media hora, con el partido sin goles (pero que fácilmente podría haber ido 2-2), la desesperación de los jugadores del Liverpool llegó cuando Balotelli mandó a las nubes un rebote que dejó McCarthy de un disparo de Lallana. El italiano todavía no ha marcado por Premier League con su equipo actual. Brendan Rodgers, ante la falta de acierto, mantuvo el esquema, pero probó con los ingresos de Coutinho y Allen en lugar de Lallana y Can, respectivamente. Ahora con más velocidad, los ‘Reds’ fueron premiados por la insistencia más que por la puntería, porque el marcador se abrió al minuto siguiente con un autogol de Dunne cuando Glen Johnson buscaba pasarle el balón a Ballotelli en el área pequeña. Los visitantes quisieron rematar en la jugada siguiente, luego de los detalles de calidad de Coutinho y Sterling (caño incluido cada uno) y un tiro de Glen Johnson a pase de Gerrard que salió desviado.
Como buen partido de Premier, la reacción de quien encajó el gol no se hizo esperar, pues “The Hoops” lo intentaron por medio de una combinación entre sus delanteros: el balón le llegó a Zamora dentro del área, éste la bajó para el disparo de Austin y el grito de gol lo calló Mignolet con una nueva parada. Al minuto 78 llegó el cambio decisivo para los de Redknapp, que le dio minutos a Eduardo Vargas, cedido por el Napoli, en lugar de Zamora. El chileno tuvo su primera aparición en una jugada que Traore cabeceó al arco y que permitió lucirse al arquero belga una vez más. El contragolpe del Liverpool lo culminó Balotelli con su primer disparo al arco, el cual McCarthy detuvo sin problemas.
Cuando todo parecía que el conjunto local se iba a ir con la derrota mínima pese a haber jugado mejor, apareció Eduardo Vargas en el minuto 86 cuando empezó una jugada con un taquito y la terminó con un gol de cabeza que levantó a toda la hinchada del Loftus Road, que acompañaría a su equipo con más ímpetu hasta el final del partido. Tres minutos más tarde, Skrtel se anticipó y despejó una posible copia del gol del empate, también con Vargas como protagonista. Ese despeje llegó a Sterling, que se marchó a toda velocidad y dejó para Gerrard, el capitán le dejó al balón a Coutinho, el brasileño recortó en el área y con pierna derecha metió el balón el lado del palo izquierdo de McCarthy con un disparo raso. Esta vez, el grito fue de los numerosos hinchas del Liverpool. Con los 90’ recién cumplidos, los locales salieron rápido hacia arriba y nuevamente Eduardo Vargas, de cabeza tras un tiro de esquina de Fer, empató el partido. Se levantó el estadio con Tony Fernandes (empresario malayo dueño del Q.P.R) incluido.
El doblete de Vargas no fue suficiente.
Dowd, no obstante, había añadido cuatro minutos, por lo que el partido todavía podía dar más de sí. La tuvo Balotelli, primero a quemarropa, y después de taquito, en el 92’, pero la obra de arte no fue por muy poco. Todo indicaba que una falta desde mitad de campo para el equipo local iba a ser la última del partido. Hubo tiempo, sin embargo, para un contragolpe ‘Red’ que terminó en autogol de Caulker. A Brendan Rodgers se le vio tranquilo, sacó a Sterling para asegurar atrás con Kolo Toure y el partido terminó con un Harry Redknapp con gestos de escepticismo, con hinchas visitantes en euforia y con noventa minutos de emoción como telón de fondo de un marcador que se destapó al final.
Con esta derrota, Queens Park Rangers se queda en la casilla 19 con cinco puntos, mientras que el Liverpool subió dos posiciones y ahora se ubica en el octavo puesto con once unidades. Por la novena jornada, el Liverpool recibirá el sábado 26 de octubre al Hull City, y el Q.P.R hará lo propio con el Aston Villa dos días después.
@porelapellido