Dallas Mavericks, renace la esperanza de pelear por el anillo
Analizamos el futuro inmediato de la franquicia tejana
Pasaron tres años de aquella consagración de los Dallas Mavericks que los ubicó en lo más alto. Desde entonces, el propietario Mark Cuban y el General Manager Donnie Nelson han decidido desarmar el equipo y volver a empezar. Este año, tras las salidas de Shawn Marion, José Calderón y Vince Carter, no fue la excepción. Los últimos conjuntos de la franquicia texana no consiguieron rodear a Dirk Nowitzki con el talento suficiente para pelear el título una vez más. Pero para esta temporada, con las incorporaciones de siete nuevos jugadores -entre ellos el potente pivot Tyson Chandler y la joven promesa Chandler Parsons- los Mavs vuelven a creer que su chance de reubicarse en la elite de la NBA ha vuelto a nacer.
Los Mavericks tuvieron un verano agresivo donde intentaron ir por el máximo premio que ofreció el mercado NBA. Sin embargo, Carmelo Anthony decidió no moverse de New York. Al escaparse nuevamente el jugador más deseado, Cuban no se dio por vencido y actuó ferozmente para esta vez reforzar a su superestrella con el talento necesario. Con la incorporación de Tyson Chandler, Dallas recupera aquel jugador que imponía defensa, respeto y altura en el poste bajo que sólo lo tuvo durante el 2011. El puesto de pivot ha sido, tras la partida de Chandler, un hueco difícil de llenar, pero con su regreso y el aporte desde la banca de Brandan Wright y el joven Greg Smith, el puesto está cubierto. El ala-pivot Dirk Nowitzki, a los 36 años, necesitará recambio, por lo que los Mavs ficharon al joven Al-Farouq Aminu para que aporte su frescura y destreza desde la banca. Jugadores como Wright y Chandler Parsons tendrán que demostrar su versatilidad para ocupar más de una posición y respaldar a Nowitzki cuando descanse.
El puesto de alero tiene nombre y apellido. Quizás haya sido la mejor incorporación que hicieron los Mavericks en los últimos años. El tiempo lo dirá, pero Parsons promete elevar su juego y aceptar un rol mayor en Dallas. Ser una futura estrella y emerger como lo hizo James Harden de Oklahoma City a Houston será la meta de este joven de 25 años. Sin embargo, Parsons tendrá recambio, teniendo en cuenta que disputará varios minutos jugando de ala-pivot cuando el entrenador Rick Carlisle lo disponga. Desde la banca surgirán Richard Jefferson y Jae Crowder para darle respiro a la nueva adquisición, mientras que Aminu también deberá ser flexible y respaldarlo cuando sea necesario. Donde Dallas tiene menos recambio es en la posición de Monta Ellis. Partiendo del gran primer año con los Mavericks, Ellis tendrá que demostrar su mejoría y volver a ser una carta importante en la ofensiva. El joven Ricky Ledo tendrá más minutos en cancha este año si Ellis siente el cansancio, aunque la posición de base esté bien cubierta y éstos sean flexibles para respaldarlo. En la base se encuentra otra gran incorporación: Jameer Nelson, quien pasó toda su carrera en los Orlando Magic y se convirtió en el máximo asistidor de esa franquicia. Desde el banquillo, surgirá Devin Harris cuando haya que darle descanso a Nelson, y también Raymond Felton, adquirido junto con Chandler en el traspaso con los Knicks. A partir de tres bases veteranos, los Mavericks -con suficiente recambio en esta posición- buscarán agilizar el juego y darle velocidad al ataque.
Con un quinteto que ilusiona y promete pelear las primeras posiciones de una Conferencia del Oeste supercompetitiva, Dallas apunta a reeditar lo conseguido en el 2011. Donnie Nelson expresó su satisfacción con las nuevas incorporaciones y afirmó, meses atrás, que "el futuro en Dallas es brillante". A partir de los nuevos jugadores y la confianza de los dirigentes, Nowitzki y los Mavericks intentarán que sus esperanzas de conseguir algo grande renazcan nuevamente.
@Joacocarrascal
Pasaron tres años de aquella consagración de los Dallas Mavericks que los ubicó en lo más alto. Desde entonces, el propietario Mark Cuban y el General Manager Donnie Nelson han decidido desarmar el equipo y volver a empezar. Este año, tras las salidas de Shawn Marion, José Calderón y Vince Carter, no fue la excepción. Los últimos conjuntos de la franquicia texana no consiguieron rodear a Dirk Nowitzki con el talento suficiente para pelear el título una vez más. Pero para esta temporada, con las incorporaciones de siete nuevos jugadores -entre ellos el potente pivot Tyson Chandler y la joven promesa Chandler Parsons- los Mavs vuelven a creer que su chance de reubicarse en la elite de la NBA ha vuelto a nacer.
Los Mavericks tuvieron un verano agresivo donde intentaron ir por el máximo premio que ofreció el mercado NBA. Sin embargo, Carmelo Anthony decidió no moverse de New York. Al escaparse nuevamente el jugador más deseado, Cuban no se dio por vencido y actuó ferozmente para esta vez reforzar a su superestrella con el talento necesario. Con la incorporación de Tyson Chandler, Dallas recupera aquel jugador que imponía defensa, respeto y altura en el poste bajo que sólo lo tuvo durante el 2011. El puesto de pivot ha sido, tras la partida de Chandler, un hueco difícil de llenar, pero con su regreso y el aporte desde la banca de Brandan Wright y el joven Greg Smith, el puesto está cubierto. El ala-pivot Dirk Nowitzki, a los 36 años, necesitará recambio, por lo que los Mavs ficharon al joven Al-Farouq Aminu para que aporte su frescura y destreza desde la banca. Jugadores como Wright y Chandler Parsons tendrán que demostrar su versatilidad para ocupar más de una posición y respaldar a Nowitzki cuando descanse.
El puesto de alero tiene nombre y apellido. Quizás haya sido la mejor incorporación que hicieron los Mavericks en los últimos años. El tiempo lo dirá, pero Parsons promete elevar su juego y aceptar un rol mayor en Dallas. Ser una futura estrella y emerger como lo hizo James Harden de Oklahoma City a Houston será la meta de este joven de 25 años. Sin embargo, Parsons tendrá recambio, teniendo en cuenta que disputará varios minutos jugando de ala-pivot cuando el entrenador Rick Carlisle lo disponga. Desde la banca surgirán Richard Jefferson y Jae Crowder para darle respiro a la nueva adquisición, mientras que Aminu también deberá ser flexible y respaldarlo cuando sea necesario. Donde Dallas tiene menos recambio es en la posición de Monta Ellis. Partiendo del gran primer año con los Mavericks, Ellis tendrá que demostrar su mejoría y volver a ser una carta importante en la ofensiva. El joven Ricky Ledo tendrá más minutos en cancha este año si Ellis siente el cansancio, aunque la posición de base esté bien cubierta y éstos sean flexibles para respaldarlo. En la base se encuentra otra gran incorporación: Jameer Nelson, quien pasó toda su carrera en los Orlando Magic y se convirtió en el máximo asistidor de esa franquicia. Desde el banquillo, surgirá Devin Harris cuando haya que darle descanso a Nelson, y también Raymond Felton, adquirido junto con Chandler en el traspaso con los Knicks. A partir de tres bases veteranos, los Mavericks -con suficiente recambio en esta posición- buscarán agilizar el juego y darle velocidad al ataque.
Con un quinteto que ilusiona y promete pelear las primeras posiciones de una Conferencia del Oeste supercompetitiva, Dallas apunta a reeditar lo conseguido en el 2011. Donnie Nelson expresó su satisfacción con las nuevas incorporaciones y afirmó, meses atrás, que "el futuro en Dallas es brillante". A partir de los nuevos jugadores y la confianza de los dirigentes, Nowitzki y los Mavericks intentarán que sus esperanzas de conseguir algo grande renazcan nuevamente.
@Joacocarrascal