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El ahijado y el padrino

Zidane debe ser valiente y asumir que Benzema no está a la altura del Real Madrid

El Confidencial 
Karim Benzema, esta solo. Los pocos apoyos que tenía en la grada le han dado la espalda y se han sumado a los detractores. Estos ya no lucen la elástica con el nombre del francés en la espalda, han arrancado de cuajo cada letra de aquella denominación que estaba llamada a liderar al Real Madrid. Benzema parecía ser el nuevo Zidane, ese hombre que llevaría los galones de Capitán General, un futbolista que al final ha resultado ser Anelka y no Zizou.  

Zidane, ha sido precisamente el que más apostó por él. Tanto cuando no estaba vinculado el combinado blanco como ahora en su faceta de entrenador, nunca ha perdido la fe en su "sucesor". El chico en el que quizá el actual técnico se ve reflejado. Jugador por el que Zidane suspira cada día. Es sabido por todos que Karim es su futbolista fetiche, pese a que juega mal, no asiste ni mete goles, el técnico sigue brindandole su apoyo. Para Zizou, no hay nadie como él, nadie esta a la altura de su ahijado. Ni Morata, ni Aubameyang, ni nadie. Vive obsesionado con su compatriota, el único jugador que se ha zafado de la conocida jerarquía meritocrática  del entrenador galo. Por mucho que la picie, siempre va a jugar. Y no porque no haya delanteros solventes, ya vimos como trato a Morata, uno de los pichichis de la Premier, sino porque hay un individuo que es su protegido.  

"Por Benzema, mato". Esa es la frase que ronda por la cabeza del entrenador cada vez que alguien pone en entredicho la calidad del niño de sus ojos. Benzema es intocable, no hay debate que valga. Ya se inventara alguna argucia para argumentar positivamente la excesiva confianza en su pupilo. Fe, que puede ser su perdición. Cada vez que Benzema demuestra no estar a la altura, en la mayoría de las ocasiones excepto cuando hizo ese regate que ni el mismo se creyó en las semifinales de Champions, Zidane quema su propio crédito. Cada encuentro que el técnico alinea a su ahijado y el Madrid pierde, este cava su propia tumba.  

Este, tiene que escoger, Benzema o él. O se desprende de Benzema sentándolo en el banquillo o vendiéndole, o se arriesga a ser despedido del Real Madrid. Un entrenador debe saber cuándo un jugador está preparado para jugar con el balón en el césped, o para hacerlo al Candy Crush en el banquillo. Si Zidane no se ve preparado para sentar a Benzema, lo mejor para el equipo es enseñarles la puerta de salida a ambos, Madrid ya expulsó a los franceses una vez... Zidane debe dar un golpe sobre la mesa y fichar un delantero de garantías para implementar el criterio de la meritocracia también en la punta de ataque. Si Benzema juega mal, que juego otro. Puede ser duro, pero hay que hacerlo, es lo correcto, lo justo y lo necesario para que el Real Madrid salga de esta montaña rusa de resultados.          

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