Nadal no cede su trono
Rafael Nadal ha logrado este fin de semana un undécimo título de Roland Garros, su 17º Grand Slam. Para conseguirlo, el español ha derrotado a Dominic Thiem por 6-4, 6-3 y 6-2
A Thiem no le funcionó el plan. El austriaco pudo poner en jaque a Rafa Nadal en Madrid, pero Rafa en París juega a otra cosa. El que parece estar destinado a ser el relevo de Rafa en tierra batida tendrá qu esperar un año más para poder hacerse con el trono. Un año si el propio Nadal se lo permite porque todo parece indicar, que si su cuerpo y su mente se lo permiten, todavía queda Nadal para rato. Intenso y electrizante fue el comienzo del encuentro en el que Rafa quebró el primer servicio de Thiem que pudo recuperarlo justo en el siguiente juego. Intercambios intensos y llenos de calidad hacían que la final estuviese muy pareja para estos dos rivales. Thiem respondía a la agresividad del español que, a pesar de la igualdad, parecía estar siempre un poco por encima del número siete del ranking ATP. El resto del primer set ambos conservaron su servicio con bastante soltura aunque Rafa tuvo tres bolas de rotura que no aprovechó. Con una paridad máxima el set fue avanzando hasta el 5-4 con servicio para Thiem, cuando Rafa hizo valer su veteranía para atacar, con éxito, en el momento decisivo anotándose a su favor el servicio de Thiem en blanco para ganar el primer set por 6-4.
En el segundo parcial, Rafa se terminó de adueñar del encuentro. Volvió a quebrar el servicio a Thiem después de un largo segundo juego en el que Rafa tuvo cinco bolas de quiebre. Thiem no quería irse tan pronto de aquella final e intentó tomar el control de la situación en el séptimo juego, cuando dispuso de un 30-40 a favor que Rafa neutralizó rápidamente. El set terminó después de 53 minutos con un 6-3 dejando al número uno del mundo a un solo set de levantar su undécima copa en París.
Y así fue. Ocho juegos después Nadal se proclamó campeón de Roland Garros después de un gran servicio que Thiem envió fuera, aunque no sin sobresaltos. Con el 2-1 a favor y sirviendo en el cuarto juego con un 30-15, a Nadal se le acalambró la mano. El español paró el encuentro ante la imposibilidad de seguir jugando y recibió asistencia médica en pista. Rafa se quitó el vendaje que llevaba en esa mano justo en el antebrazo y en pocos minutos demostró que todo había quedado en un susto. Ganó el juego 40-15 y volvió a romper el saque de Thiem en el séptimo juego, quedando a solo uno de ganar la final. A Rafa le costó cinco bolas de partido para cerrar el encuentro y es que, si algo hay que reconocerle a Thiem, es que nunca se da por vencido.
No quedan adjetivos para calificar lo logrado por Nadal en Roland Garros desde que se hiciese por primera vez con el título en 2005. Con 14 participaciones, el balear ha logrado levantar el título en 11 de ellas. Solo Robin Soderling en 2009 (cuarta ronda), Novak Djokovic en 2015 (cuartos) y una lesión de muñeca en 2016 le han impedido hacer el pleno en este torneo. Es por ello que el español atesora un balance de 86 victorias por solo dos derrotas. El ritmo de Nadal en París es tan imponente que de las 86 victorias, 69 han sido en tres sets, 15 en cuatro y solo en dos ocasiones ha tenido que recurrir al quinto y definitivo set.
Nadal ha podido defender todos los puntos conseguidos al temporada pasada sobre tierra batida, cambiando el título en Masters 1000 de Madrid por el Masters 1000 de Roma, y continuará otra semana el frente del ranking ATP con solo 100 puntos de diferencia del segundo clasificado, Roger Federer, quién participará esta semana en el torneo de Stuttgart donde no defiende puntos y, si llega a la final, podría arrebatarle la primera posición al español.
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Foto: @Rolandgarros |
En el segundo parcial, Rafa se terminó de adueñar del encuentro. Volvió a quebrar el servicio a Thiem después de un largo segundo juego en el que Rafa tuvo cinco bolas de quiebre. Thiem no quería irse tan pronto de aquella final e intentó tomar el control de la situación en el séptimo juego, cuando dispuso de un 30-40 a favor que Rafa neutralizó rápidamente. El set terminó después de 53 minutos con un 6-3 dejando al número uno del mundo a un solo set de levantar su undécima copa en París.
Y así fue. Ocho juegos después Nadal se proclamó campeón de Roland Garros después de un gran servicio que Thiem envió fuera, aunque no sin sobresaltos. Con el 2-1 a favor y sirviendo en el cuarto juego con un 30-15, a Nadal se le acalambró la mano. El español paró el encuentro ante la imposibilidad de seguir jugando y recibió asistencia médica en pista. Rafa se quitó el vendaje que llevaba en esa mano justo en el antebrazo y en pocos minutos demostró que todo había quedado en un susto. Ganó el juego 40-15 y volvió a romper el saque de Thiem en el séptimo juego, quedando a solo uno de ganar la final. A Rafa le costó cinco bolas de partido para cerrar el encuentro y es que, si algo hay que reconocerle a Thiem, es que nunca se da por vencido.
No quedan adjetivos para calificar lo logrado por Nadal en Roland Garros desde que se hiciese por primera vez con el título en 2005. Con 14 participaciones, el balear ha logrado levantar el título en 11 de ellas. Solo Robin Soderling en 2009 (cuarta ronda), Novak Djokovic en 2015 (cuartos) y una lesión de muñeca en 2016 le han impedido hacer el pleno en este torneo. Es por ello que el español atesora un balance de 86 victorias por solo dos derrotas. El ritmo de Nadal en París es tan imponente que de las 86 victorias, 69 han sido en tres sets, 15 en cuatro y solo en dos ocasiones ha tenido que recurrir al quinto y definitivo set.
Nadal ha podido defender todos los puntos conseguidos al temporada pasada sobre tierra batida, cambiando el título en Masters 1000 de Madrid por el Masters 1000 de Roma, y continuará otra semana el frente del ranking ATP con solo 100 puntos de diferencia del segundo clasificado, Roger Federer, quién participará esta semana en el torneo de Stuttgart donde no defiende puntos y, si llega a la final, podría arrebatarle la primera posición al español.
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