Conoce el ingrediente secreto para aprender a volar
Conocemos los beneficios del yoga en la salud
El yoga es una disciplina ancestral que fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu. Es una forma de vida que emplea como instrumentos la respiración, la meditación y las asanas para una transformación y mantenimiento saludable del organismo y el alma.
Existen más de cien tipos de yoga, pero sólo uno de ellos puede enseñar el arte de "volar". El ser humano ha soñado desde el inicio de los tiempos con liberarse de las ataduras físicas. El yoga aéreo o ingravity yoga es una técnica innovadora que permite trabajar la conciencia corporal desde la suspensión y la ingravidez.
Esta nueva vertiente fue creada por el español Rafael Martínez. Propone una combinación de la técnica tradicional con el pilates, el fitness, la danza y el arte acrobático. Se basa en el uso de una hamaca elástica que cuelga del techo para llevar cabo una variada gama de movimientos.
Los beneficios del yoga aéreo
Las clases de yoga aereo son muy diferentes a las jornadas tradicionales de entrenamiento. En ellas, el cuerpo deja de ser un peso para convertirse en un vehículo de experimentación y placer.
La práctica del yoga de suspensión puede transformarse en una terapia perfecta para la rehabilitación, el tratamiento del estrés y como una forma para descubrir el potencial físico de cada persona.
A continuación se señalan sus ventajas:
Tonificación: Sus posiciones permiten el estiramiento y fortalecimiento del cuerpo desde ángulos completamente diferentes a los ofrecidos en un gimnasio.
Optimiza la capacidad mental: La máxima concentración que exige esta fusión de disciplinas demanda una conciencia total sobre cada músculo y cada movimiento. Este ejercicio aumenta la memoria, mejora el estado de ánimo y activa la creatividad. Las posturas invertidas son oxigenantes y liberadoras.
Corrección de la postura: Someter el cuerpo a la inversión relaja la columna vertebral, la circulación fluye con más facilidad y las vértebras se alinean. Es ideal para el alivio de afecciones como el dolor de espalda.
Abdominales de acero: Al perder el apoyo del suelo, el core debe ser contraído para estabilizar las posiciones en cada segundo. En pocas semanas el tronco se verá más fortalecido.
Entrenamiento cardiovascular: Ayuda a reducir la grasa y a incrementar la masa corporal. En una sesión de yoga aéreo pueden perderse hasta 320 calorías.
Nutrición de la piel: Las posiciones invertidas favorecen el drenaje linfático y la eliminación de la piel de naranja.
Cero impactos: Los programas de alto impacto pueden afectar las articulaciones. El yoga de suspensión los elimina y favorece la protección de las rodillas, caderas, hombros, cuello y tobillos.
Activación espiritual: Las posturas despiertan el Mula bandha en el perineo, el Uddiyana bandha en la parte media del cuerpo y el bandha Jalandhara en la garganta. Estos puntos energéticos motivan la confianza en sí mismo y la autoestima.
Asanas antigravedad
Una sesión de esta práctica tiene una duración aproximada de una hora. Inicia con una meditación, y es importante que los participantes posean los conocimientos básicos sobre los movimientos que se llevarán a cabo durante ella.
Los ejercicios comienzan en el suelo y poco a poco se va incorporando el cuerpo a la hamaca. Progresivamente las posturas se van tornando más acrobáticas, incrementando la sensación de suspensión en el aire. El control de la respiración es fundamental para la realización de cada movimiento.
Una vez realizadas la totalidad de asanas, se emplea como cierre la “savasana” para la relajación final. En el aire, la persona estará tranquila y estable en el capullo, disfrutando de una sensación de ingravidez. Se balancea como un recién nacido para ir alejando el agotamiento. La “savasana” también puede realizarse en una colchoneta, con el cuerpo sobre el suelo y los pies colocados encima de la hamaca.
Para potenciar el estado de relajación, las sesiones también pueden incorporar la colocación de piedras calientes sobre la cabeza y el abdomen de cada participante. Igualmente se puede añadir la aromaterapia como una herramienta perfecta para la incorporación sutil de las personas a la realidad.
Antes de practicar esta combinación de artes y métodos, es fundamental tener en cuenta que no es aconsejada para embarazadas, personas con glaucoma, enfermedades cardíacas, presión sanguínea alta, debilidad ósea, vértigo o que hayan sido sometidas a cirugías recientes.
Seguir a @deporteyocio
![]() |
Foto: Olympo Marketing |
Existen más de cien tipos de yoga, pero sólo uno de ellos puede enseñar el arte de "volar". El ser humano ha soñado desde el inicio de los tiempos con liberarse de las ataduras físicas. El yoga aéreo o ingravity yoga es una técnica innovadora que permite trabajar la conciencia corporal desde la suspensión y la ingravidez.
Esta nueva vertiente fue creada por el español Rafael Martínez. Propone una combinación de la técnica tradicional con el pilates, el fitness, la danza y el arte acrobático. Se basa en el uso de una hamaca elástica que cuelga del techo para llevar cabo una variada gama de movimientos.
Los beneficios del yoga aéreo
Las clases de yoga aereo son muy diferentes a las jornadas tradicionales de entrenamiento. En ellas, el cuerpo deja de ser un peso para convertirse en un vehículo de experimentación y placer.
La práctica del yoga de suspensión puede transformarse en una terapia perfecta para la rehabilitación, el tratamiento del estrés y como una forma para descubrir el potencial físico de cada persona.
A continuación se señalan sus ventajas:
Tonificación: Sus posiciones permiten el estiramiento y fortalecimiento del cuerpo desde ángulos completamente diferentes a los ofrecidos en un gimnasio.
Optimiza la capacidad mental: La máxima concentración que exige esta fusión de disciplinas demanda una conciencia total sobre cada músculo y cada movimiento. Este ejercicio aumenta la memoria, mejora el estado de ánimo y activa la creatividad. Las posturas invertidas son oxigenantes y liberadoras.
Corrección de la postura: Someter el cuerpo a la inversión relaja la columna vertebral, la circulación fluye con más facilidad y las vértebras se alinean. Es ideal para el alivio de afecciones como el dolor de espalda.
Abdominales de acero: Al perder el apoyo del suelo, el core debe ser contraído para estabilizar las posiciones en cada segundo. En pocas semanas el tronco se verá más fortalecido.
Entrenamiento cardiovascular: Ayuda a reducir la grasa y a incrementar la masa corporal. En una sesión de yoga aéreo pueden perderse hasta 320 calorías.
Nutrición de la piel: Las posiciones invertidas favorecen el drenaje linfático y la eliminación de la piel de naranja.
Cero impactos: Los programas de alto impacto pueden afectar las articulaciones. El yoga de suspensión los elimina y favorece la protección de las rodillas, caderas, hombros, cuello y tobillos.
Activación espiritual: Las posturas despiertan el Mula bandha en el perineo, el Uddiyana bandha en la parte media del cuerpo y el bandha Jalandhara en la garganta. Estos puntos energéticos motivan la confianza en sí mismo y la autoestima.
Asanas antigravedad
Una sesión de esta práctica tiene una duración aproximada de una hora. Inicia con una meditación, y es importante que los participantes posean los conocimientos básicos sobre los movimientos que se llevarán a cabo durante ella.
Los ejercicios comienzan en el suelo y poco a poco se va incorporando el cuerpo a la hamaca. Progresivamente las posturas se van tornando más acrobáticas, incrementando la sensación de suspensión en el aire. El control de la respiración es fundamental para la realización de cada movimiento.
Una vez realizadas la totalidad de asanas, se emplea como cierre la “savasana” para la relajación final. En el aire, la persona estará tranquila y estable en el capullo, disfrutando de una sensación de ingravidez. Se balancea como un recién nacido para ir alejando el agotamiento. La “savasana” también puede realizarse en una colchoneta, con el cuerpo sobre el suelo y los pies colocados encima de la hamaca.
Para potenciar el estado de relajación, las sesiones también pueden incorporar la colocación de piedras calientes sobre la cabeza y el abdomen de cada participante. Igualmente se puede añadir la aromaterapia como una herramienta perfecta para la incorporación sutil de las personas a la realidad.
Antes de practicar esta combinación de artes y métodos, es fundamental tener en cuenta que no es aconsejada para embarazadas, personas con glaucoma, enfermedades cardíacas, presión sanguínea alta, debilidad ósea, vértigo o que hayan sido sometidas a cirugías recientes.
Seguir a @deporteyocio