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River Plate 3-1 Boca Juniors: River Plate se corona campeón en la final del siglo

River Plate remonta un partido vibrante tras un gran tanto inicial de Benedetto. Los goles de Pratto, Quintero y Gonzalo dan el título de campeón continental a los 'Millonarios' en la final del siglo

Foto: River Plate


Final-Copa Libertadores

River Plate3
Boca Juniors1
Ficha técnica
River Plate: Armani; Montiel (Mayada, 74'), Mandiana, Pinola, Casco; Ponzio (Quintero, 60'), Enzo Pérez, Palacios (Julián Álvarez, 98'), Pity Martínez, Fernández (Zuculini, 111'); Pratto.

Boca Juniors: Andrada; Olaza, Magallán, Izquierdoz, Buffarini (Tévez, 111'); Barrios, Pérez (Gago, 90'), Villa, Nández, Pavón; Benedetto (Ábila, 61').

Goles: 0-1, min.43: Benedetto. 1-1, min.67: Pratto. 2-1, min.108: Quintero. 3-1, min.122: Gonzalo.

Árbitro: Andrés Ismael Cunha Soca (URUGUAY). Expulsó al xeneixe Barrios por doble amarilla (m.86 y 92). Amonestó a Leo Ponzio (m.27), Nacho Fernández (m.81), Maidana (m.83) por parte de River y a Pablo Pérez (m.43) por parte de Boca.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vuelta de la final de la Copa Libertadores disputado en el Santiago Bernabéu de Madrid, España, ante la presencia de 62.282 espectadores.
Llegó la final soñada. Llegó la final más trabada de la historia. Un partido que debería haber sido disputado en el Monumental de River Plate. Un partido que las Barrabravas 'millonarias' evitaron que fuera disputado. Pese a todo y contra todo, un partido que ponía el broche final a una competición histórica que enfrentaba a los dos equipos con más tradición de toda la Argentina; River Plate y Boca Juniors.

En definitiva, un partido, el Superclásico, digno de ser celebrado en todo un Santiago Bernabéu aunque este no fuera su emplazamiento original. Un partido de leyenda y que por todo lo que le ha rodeado ya es recuerdo y formará parte para siempre de la historia del fútbol. Pero no tan solo por el contexto que ha rodeado la final, si no por lo visto en el césped del Bernabéu entre dos equipos entregados a la pasión del balón.
River se terminó llevando un encuentro en la prórroga tras remontar un gran tanto inicial de Benedetto. Boca fue un dignísimo rival que nunca se dio por vencido, pero las lesiones y la expulsión de Barrios al comenzar la prórroga lastraron al equipo xeneize.

Durante la primera parte el fútbol no fue precisamente el protagonista del encuentro. River parecía proponer más, mientras que Boca aguardaba agazapado esperando su momento. Justamente esa estrategia le permitió a Boca avanzarse en el marcador. Después de una jugada en ataque de River, Boca robó el balón para que Nández lo condujera y le diera un pase magistral a Benedetto a la espalda de los centrales. Con uno yendo al suelo a desesperada, y el otro entrando tarde, Benedetto se plantó ante Armani y definió como los cracks. La grada xeneize enloquecía.

Aún con eso, River siempre mantendría su apuesta por el buen juego colectivo. Con el Pity y Palacios tratando de llevar la manija del encuentro, los 'millonarios' tendrían alguna ocasión para empatar. Pero esto sería ya en la segunda mitad. River avisó con una buena jugada entre Nacho Fernández y Pratto. Con River dominando el encuentro, Marcelo Gallardo dio entrada a Juan Quintero por Ponzio. Con el colombiano en el campo, la posesión y la superioridad de River se hizo aún más palpable en el ambiente. Con un penalti no pitado a favor de River en el que el VAR no intervino, llegaría el prólogo de lo que acontecería. El destino era inevitable. Igual de inevitable que fue el gol marcado por Pratto después de la mejor jugada de combinación del partido que elaboraron Nacho y Palacios en una gran pared dentro del área para que el delantero de River empatara la final.

A pesar de que Boca jamás se rindió, el partido sería totalmente dominado por River Plate con un gran Quintero que pese a entrar de reserva se echó el equipo a sus espaldas con un recital de buen fútbol que quedará para los anales de la historia. Las ocasiones de gol serían más bien escasas y la segunda mitad terminaría en empate, dando paso a la prórroga.

Nada más iniciar el tiempo extra, Barrios fue expulsado por un pisotón a Palacios que el árbitro supo ver. Con uno más River cada vez asediaba más a su rival y, en la segunda mitad de la prórroga, llegaría el golazo de Juan Fernando Quintero. Al colombiano le quedó el balón ante la portería y en el borde de la medialuna. Su zurdazo fue imparable. Quintero, que había entrado de revulsivo, revolucionaba el partido y le daba la vuelta al marcador para acercar el título a su equipo.

Con Boca a la desesperada, a punto estuvo Leonardo Jara de empatar el encuentro con un disparo al palo. Todo pudo haber cambiado. Pero con el conjunto xeneize volcado sobre la portería de Armani, incluyendo a su portero, llegaría el definitivo 3-1 de Gonzalo en una contra en la que se quedó solo ante la portería de Boca para anotar a placer y hacer estallar de locura a los suyos.

La final interminable acabó en el minuto 122. Una final que ha otorgado la gloria a River ante su eterno rival Boca Juniors. A pesar de todo, esperemos que esto solo sea una victoria más y que haya hecho aprender la lección a los pocos radicales que han evitado que esta fiesta no se juegue dónde merecía; en el Monumental.

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