Los Raptors asaltan el Oracle Arena antes unos Warriors muy mermados (123-109)
El equipo canadiense aprovechó las bajas de Klay Thompson y Durant para recuperar el factor cancha
Cambiaba de rumbo la serie y pasaba de la frĆa CanadĆ” al calor californiano. VenĆan los de Steve Kerr de levantar un segundo partido muy complicado, pero con un sabor amargo por las bajas que traĆan de la dicha batalla. Kevon Looney no volverĆ” a jugar lo que resta de finales y Klay Thompson tuvo que aceptar que el cuerpo mĆ©dico le aconsejara no jugar anoche (Ć©l quiso forzar). A esto hay que aƱadirle la baja de Durant (no se sabe nada todavĆa) y los renqueantes Cousins e Iguodala. En definitiva, los Warriors estaban en cuadro y Toronto sabĆa que tenĆa una oportunidad Ćŗnica.
Salieron los visitantes muy enchufados desde el principio, no dando opciones a los Warriors en ningĆŗn momento. Las rentas siempre oscilaron en los diez puntos de diferencia, pero con la sensación de que nunca puedes dar por muerto a los campeones. El primer cuarto acabarĆa con un parcial de 36-29 para los de Nick Nurse, muy acertados en el lanzamiento durante todo el choque. Solo Stephen Curry tiraba del carro, viĆ©ndose reflejado en que de los 26 puntos anotados en el primer cuarto todos fueron anotados o asistidos por Ć©l, salvo una canasta de Draymond Green. Era insostenible ese ritmo, aun asĆ el base acabarĆa con un increĆble 47-8-7 (record en anotación para Ć©l en Playoffs).
La segunda parte continuo por los mismos derroteros, intercambiÔndose protagonismo ofensivo entre Kawhi Leonard (30-7-6), Lowry (23-9), Danny Green (18 tantos con un genial 6/10 en triples) o Pascal Siakam (18-9-6). En el quinteto titular de Toronto todos sobrepasaron los 10 puntos de anotación, añadiendo desde el banquillo los 11 tantos de VanVleet y la consistencia defensiva de Serge Ibaka.
En conclusión, anoche se vio reflejada la diferencia entre una actuación colectiva y la soledad de Curry en el bando local. Ahora queda esperar a la madrugada del viernes, con los Warriors suspirando por recuperar efectivos y Toronto intentar dar un golpe mortal para tener la posibilidad de conseguir en su casa un anillo histórico.
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Foto: Toronto Raptors |
Cambiaba de rumbo la serie y pasaba de la frĆa CanadĆ” al calor californiano. VenĆan los de Steve Kerr de levantar un segundo partido muy complicado, pero con un sabor amargo por las bajas que traĆan de la dicha batalla. Kevon Looney no volverĆ” a jugar lo que resta de finales y Klay Thompson tuvo que aceptar que el cuerpo mĆ©dico le aconsejara no jugar anoche (Ć©l quiso forzar). A esto hay que aƱadirle la baja de Durant (no se sabe nada todavĆa) y los renqueantes Cousins e Iguodala. En definitiva, los Warriors estaban en cuadro y Toronto sabĆa que tenĆa una oportunidad Ćŗnica.
Salieron los visitantes muy enchufados desde el principio, no dando opciones a los Warriors en ningĆŗn momento. Las rentas siempre oscilaron en los diez puntos de diferencia, pero con la sensación de que nunca puedes dar por muerto a los campeones. El primer cuarto acabarĆa con un parcial de 36-29 para los de Nick Nurse, muy acertados en el lanzamiento durante todo el choque. Solo Stephen Curry tiraba del carro, viĆ©ndose reflejado en que de los 26 puntos anotados en el primer cuarto todos fueron anotados o asistidos por Ć©l, salvo una canasta de Draymond Green. Era insostenible ese ritmo, aun asĆ el base acabarĆa con un increĆble 47-8-7 (record en anotación para Ć©l en Playoffs).
La segunda parte continuo por los mismos derroteros, intercambiÔndose protagonismo ofensivo entre Kawhi Leonard (30-7-6), Lowry (23-9), Danny Green (18 tantos con un genial 6/10 en triples) o Pascal Siakam (18-9-6). En el quinteto titular de Toronto todos sobrepasaron los 10 puntos de anotación, añadiendo desde el banquillo los 11 tantos de VanVleet y la consistencia defensiva de Serge Ibaka.
En conclusión, anoche se vio reflejada la diferencia entre una actuación colectiva y la soledad de Curry en el bando local. Ahora queda esperar a la madrugada del viernes, con los Warriors suspirando por recuperar efectivos y Toronto intentar dar un golpe mortal para tener la posibilidad de conseguir en su casa un anillo histórico.
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