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Valencia 4-4 Rayo: El Rayo roza la heroica en la oda al fútbol de Mestalla

Un hat-trick de Alcácer y un tanto de Rodrigo dejan sin pase a un Rayo que mereció mucho más. Jémez sorprendió sacando defensa de 3 y llegó a ir ganando 2-4. Polémico el cuarto del Valencia y gol mal anulado a Jonathan Pereira

El espectáculo abundó en Mestalla, Jémez no lo dudó, iría a por la eliminatoria. Los vallecanos dejaron claro desde la formación que buscarían la heroica ante un Valencia que pecó de su excesiva confianza. El partido comenzó frenético, Alcácer abrió el marcador aprovechando el rechace del palo y marcando a placer, parecía una noche plácida para Mestalla, pero la confianza trajo consigo la relajación, esta los goles rayistas, y estos los nervios. 

El primero fue Jozabed, que aprovecharía una falta botada por Embarba para empatar el choque de cabeza, después llegaría el tanto de Pozuelo, el mediapunta convertía un trallazo desde la frontal del área que daba esperanzas al Rayo remontando el choque y logrando el principal objetivo de la noche, hacerle dos goles al Valencia en su campo. El golpe llegaría en el minuto 37, cuando Pereira transformaba un mano a mano poniendo el 1-3 en el marcador y enmudeciendo Mestalla.

Copa del Rey-1/16 (Vuelta)

Valencia4
Rayo4
Ficha técnica
Valencia: Yoel, Cancelo (De Paul 46'), Mustafi, Vezo, Orbán, Filipe Augusto (Piatti 46'), Parejo, André Gomes, Rodrigo, Carles Gil (Negredo 46') y Paco Alcácer.

Rayo Vallecano: Cristian Álvarez, Quini, Morcillo, Nacho (Tito 64'), Baena, Jozabed, Embarba, Pozuelo (Leo Baptistao 77'), Licá, Álex Moreno y Jonathan Pereira (Amaya 70').

Goles: 1-0 Alcácer (7'), 1-1 Jozabed (20'), 1-2 Pozuelo (23'), 1-3 Jonathan Pereira (37'), 2-3 Paco Alcácer (46'), 2-4 Embarba (61'), 3-4 Paco Alcácer (65') y 4-4 Rodrigo (71')

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey sin incidencias
Nuno movió ficha en el descanso introduciendo a Negredo y Piatti, el Valencia jugaría la segunda mitad con cuatro delanteros en el campo y defensa de tres. Los chés arriesgarían, pero sabían perfectamente lo que necesitaban, un gol tempranero que despertase a Mestalla y les metiese en la eliminatoria. Y lo lograron, apenas había transcurrido el primer minuto de la segunda mitad cuando caería el segundo tanto local. El objetivo estaba cumplido, el Valencia apretaba buscando el gol que venciese la eliminatoria hacia su lado, los chés perdonaron, y lo pagaron. Jonathan Pereira recogería el balón en la parte derecha, y entregaría un pase de la muerte a un Embarba que definía perfectamente poniendo el 2-4 en el marcador.

La noche se engrisecía, Mestalla mascaba la tragedia, el Rayo parecía haber logrado la heroica, pero los de Nuno no se rendirían, arsenal arriba tenían de sobra, y tiempo más que suficiente. El partido era precioso, una auténtica oda al fútbol, y todavía quedaba espectáculo. Pues Alcácer volvería a aparecer para meter de nuevo a su equipo en la eliminatoria y salvarles de nuevo de la humillación. Un tremendo error del argentino De Paul precedería el gol del héroe de la noche, Paco Alcácer. 3-4 en el marcador, y quedaban 25 minutos.

Pero el punto clave del partido llegaría en el minuto 71. El balón volaba sobre la ciudad de Valencia, parecía un cuero fácil para Cristian Álvarez que salía en su búsqueda, pero Mustafi aparecería, con menos fe que ganas saltaría intentando molestar la salida del guardameta argentino, la cabeza del central impactaba en las manos del portero en lo que parecía una clara falta, pero el árbitro no lo interpretó así, el juego siguió, y Rodrigo marcó el tan ansiado 4-4. Los jugadores rayistas se comían a Jaime Latre reclamando una falta aparentemente clara, las protestas eran enormes, la indignación del conjunto vallecano igual, después de marcar cuatro goles en Mestalla, iban a necesitar un quinto para estar en la siguiente ronda.

Un gol que no llegaría, el Rayo se hundiría, no gozaría apenas ocasiones, los chés tampoco, el encuentro parecía visto para sentencia, después de poner pie y medio fuera de la competición, el Valencia rozaba los octavos. Pero el ambiente no se enfriaría, y fruto de ello llegó un fuerte encontronazo entre Tito y Rodrigo que este último se encargó de finalizar con una tremenda patada al lateral que le mandó al vestuario antes de tiempo.

El Rayo lo intentó, pero el gol no llegaría, el sentimiento de 'robo' abunda en las cabezas de todos los aficionados rayistas. La copa nunca ha sido una competición estrella en Vallecas, un barrio acostumbrado a ver como su equipo desaparece de la competición en las primeras rondas, pero este año parecía diferente, las sensaciones era muy positivas, y la machada se rozaba. Jonathan Pereira anotó un gol que le sería mal anulado y habría supuesto el 1-4, y para colmo, el cuarto gol del Valencia nos deja lo que parece una falta clarísima sobre Cristian Álvarez. 

Valencia sonríe, están en octavos, pero las sensaciones son agridulces, el equipo no convenció. Vallecas es feliz, independientemente del negro final, su equipo luchó hasta el último minuto, y su afición está orgullosa de sus jugadores. Mestalla nos regaló una oda al fútbol, un espectáculo de esos que se agradecen de vez en cuando, en un mundo donde los 'catenaccios' y los partidos aburridos y sin goles parecen florecer un encuentro entre dos equipos valientes como Valencia y Rayo que nos regalan 8 goles es un charco de agua en un desierto. El Valencia sufrió y se clasificó, el Rayo luchó y se marcha sin premio, así es el fútbol.


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