Ferreira Carrasco, las alas de la maquinaria atlética
Análisis del fichaje rojiblanco Yannick Ferreira Carrasco, sustituto de Arda
Días antes de confirmar la venta de Arda Turan, pieza clave en un histórico Atlético de Madrid, a uno de los rivales más poderosos que hay en el mundo, una duda asaltaba la cabeza de Diego Pablo Simeone, que no puede dejar de pensar en la idea de reformular las teorías que rodean a su equipo, y crear una nueva máquina capaz de aplastar rivales.
Para ello, era preciso acertar con los fichajes. No bastaba con traer a Vietto, cerrar el fichaje de Jackson, esperar la irrupción de unos prometedores Correa y Óliver, y confiar en la destreza de Fernando Torres. Faltaba algo, una pieza que facilitase al cuerpo técnico el duro trabajo de dar con la tecla.
Andrea Berta y Caminero aceptaron el reto, y dos días después tenían en un coche camino a Segovia a un volante con calidad, versátil, y que se adapta a varias posiciones, goleador y asistente, y con una cualidad que faltaba en esta plantilla; voracidad para ser letal a la contra.
Yannick Ferreira Carrasco, belga, de 21 años, y con una prometedora carrera por delante, no se pensó dos veces qué contestar a la llamada que acababan de hacerle. Sí. Un sí rotundo a esos dos hombres que, después de intercambiar documentos con el Mónaco y ver de nuevo muchos partidos de los monegascos, le brindaban la oportunidad de triunfar en uno de los grandes de Europa.
El acuerdo con el señor Rybolev fue realmente sencillo, ya que, entre otras cosas, el ruso debía agradecer de algún modo el favor que la entidad madrileña le hizo cuando se mostró tan colaboracionista mientras se negociaba la venta de Falcao al Mónaco.
Entre 12 y 15 millones de euros ha pagado el Atlético por un jugador maduro tácticamente, y con unas ideas de juego bastante centradas y encaminadas en una dirección concreta; la de dar velocidad al juego del equipo que representa.
Y es que, con Yannick, el que quiera ver a un jugador pausado, que duerme los partidos, regatea a su sombra y se asocia con todos los compañeros, se llevará un disgusto bastante sonoro. No obstante, hará las delicias de los impacientes, lo que no conciben el fútbol sin acción, centros constantes al área, y diabluras de un futbolista rápido como la pólvora.
Ahora, le queda lo más importante, tanto a él como a Simeone, que es sacar, de una promesa, una figura contrastada y que aporte al juego del equipo, mucho más que las palabras de un simple artículo de opinión. Aunque, si me aceptan una valoración personal, verán como el Atlético, ha acertado con el fichaje de Ferrerira Carrasco, las nuevas alas de una maquinaria que a 26 de julio, ilusiona bastante.
@Fernando1998_F
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| Carrasco celebra un gol con el Mónaco | Foto: donbalon |
Días antes de confirmar la venta de Arda Turan, pieza clave en un histórico Atlético de Madrid, a uno de los rivales más poderosos que hay en el mundo, una duda asaltaba la cabeza de Diego Pablo Simeone, que no puede dejar de pensar en la idea de reformular las teorías que rodean a su equipo, y crear una nueva máquina capaz de aplastar rivales.
Para ello, era preciso acertar con los fichajes. No bastaba con traer a Vietto, cerrar el fichaje de Jackson, esperar la irrupción de unos prometedores Correa y Óliver, y confiar en la destreza de Fernando Torres. Faltaba algo, una pieza que facilitase al cuerpo técnico el duro trabajo de dar con la tecla.
Andrea Berta y Caminero aceptaron el reto, y dos días después tenían en un coche camino a Segovia a un volante con calidad, versátil, y que se adapta a varias posiciones, goleador y asistente, y con una cualidad que faltaba en esta plantilla; voracidad para ser letal a la contra.
Yannick Ferreira Carrasco, belga, de 21 años, y con una prometedora carrera por delante, no se pensó dos veces qué contestar a la llamada que acababan de hacerle. Sí. Un sí rotundo a esos dos hombres que, después de intercambiar documentos con el Mónaco y ver de nuevo muchos partidos de los monegascos, le brindaban la oportunidad de triunfar en uno de los grandes de Europa.
El acuerdo con el señor Rybolev fue realmente sencillo, ya que, entre otras cosas, el ruso debía agradecer de algún modo el favor que la entidad madrileña le hizo cuando se mostró tan colaboracionista mientras se negociaba la venta de Falcao al Mónaco.
Entre 12 y 15 millones de euros ha pagado el Atlético por un jugador maduro tácticamente, y con unas ideas de juego bastante centradas y encaminadas en una dirección concreta; la de dar velocidad al juego del equipo que representa.
Y es que, con Yannick, el que quiera ver a un jugador pausado, que duerme los partidos, regatea a su sombra y se asocia con todos los compañeros, se llevará un disgusto bastante sonoro. No obstante, hará las delicias de los impacientes, lo que no conciben el fútbol sin acción, centros constantes al área, y diabluras de un futbolista rápido como la pólvora.
Ahora, le queda lo más importante, tanto a él como a Simeone, que es sacar, de una promesa, una figura contrastada y que aporte al juego del equipo, mucho más que las palabras de un simple artículo de opinión. Aunque, si me aceptan una valoración personal, verán como el Atlético, ha acertado con el fichaje de Ferrerira Carrasco, las nuevas alas de una maquinaria que a 26 de julio, ilusiona bastante.
@Fernando1998_F