Girona FC 0-0 Real Zaragoza: Y todos tan contentos

Girona y Real Zaragoza necesitaban un punto para dar por finalizada la temporada con los objetivos cumplidos. Y, como debía ser, Montilivi se convirtió en una fiesta para celebrar el primera ascenso a Primera y los aragoneses certificaron la permanencia en la peor temporada de su historia

Foto: @GironaFC

LaLiga 1|2|3-Jornada 41

Girona	0
Real Zaragoza	0

Ficha técnica

Girona: Bono; Ramalho, Alcalá, Juampe; Aday, Eloy, Granell, Mojica (Cifuentes, min. 78); Portu (Felipe Sanchón, min 83), Borja García (Richy, min 85); y Sandaza Real Zaragoza: Ratón; Isaac, Marcelo Silva, José Enrique (Jesús Valentín, min. 68), Cabrera; Zapater, Javi Ros, Edu Bedia; Lanzarote (Edu García, min 80), Cani (Xumetra, min. 63), y Ángel Árbitro: Dámaso Arcediano Monescillo (Comité territorial de Castilla-La Mancha) Incidencias: Partido correspondiente a la 41ª jornada de la Liga 1/2/3 que se disputó en el estadio de Montilivi ante 9.000 espectadores.

Hay veces que no hace falta firmar nada para llegar a un acuerdo, posiblemente ni siquiera conversar. Basta una mirada, unos gestos. Esas miradas que posiblemente se dieran en el túnel de vestuarios o ya sobre el césped, y posiblemente en los ojos se encontraran dos equipos a los que les faltaba un punto para, en un caso, ascender a la Liga Santander tras cuatro intentos fallidos y, en el otro, no acabar la peor temporada de su historia como Mallorca o Elche.

Y así las cosas, y sin quitar ningún merecimiento a los 39 partidos anteriores que han llevado a este paso de los minutos, el Girona ha logrado la gesta que lleva persiguiendo durante cuatro años, la de ascender a Primera División por primera vez en su historia. Este equipo que en otras tres temporadas se quedó a las puertas (y una en dos ocasiones) y que no se ha rendido jamás, que, pese a caer con un gol en el último minuto de la última jornada, caer eliminado en casa tras un 0-3 como visitantes en la ida y perder una final del playoff también en casa, ha seguido confiando en un técnico, en un pedazo de entrenador, y en un grupo para llevar al Girona a Primera División.

En el otro bando las caras no eran de tanta felicidad, por lo menos de puertas hacia fuera. No en vano, han salvado al club de la desaparición en la peor temporada de su historia, de llevar un camino similar que el Elche y el Mallorca. Y ello tiene un “culpable”: César Láinez, un técnico que no dijo "sí" para aumentar currículum, sino porque quiere a este escudo. El exguardián de la Puerta del Carmen cogió un equipo que se iba de cabeza a 2ªB con Raúl Agné y ha logrado dejarlo con vida. Su mérito no es poco, más bien, es extraordinario.

Y así las cosas, lo más lógico y normal es que si ambos equipos necesitaban un punto, se dieran la mano y se repartieran la tarta. Porque ni Girona ni Real Zaragoza han logrado estos objetivos en este partido, del mismo modo que ni el Getafe se queda sin ascenso directo por la jornada 41, ni el cuarto descendido caerá al pozo más profundo por este “biscotto” entre catalanes y aragoneses.

Del partido no merece la pena comentar nada en absoluto. El disparo más peligroso fue de Marcelo Silva y el balón llegó hasta Barcelona. Nada más que rascar. Un córner en la segunda parte que regaló José Enrique, más relajado de lo habitual, con los riesgos que eso conllevaba. Era lo que tenía que pasar, que corriera el reloj hasta el minuto 90. Ha sucedido siempre, ya sea Liga, Champions, Eurocopa y Mundial. Y seguirá pasando.

Sea como fuere, el Girona jugará en Primera División y el Real Zaragoza repetirá en Segunda por quinto año consecutivo. Y no lo hacen por este empate, sino por los merecimientos durante los 40 partidos anteriores, que han situado a uno en un ascenso histórico y, al otro, al borde de bajar la persiana.


@Dyorealzaragoza