Washington Wizards, potencia emergente en el Este
Analizamos el futuro inmediato de la franquicia liderada por John Wall
Ya en la segunda mitad de la temporada 2012/13 los Wizards avisaron de lo que podían ser, firmando un buen balance tras la vuelta de John Wall de su lesión de rodilla. Los resultados y las sensaciones fueron positivos, anticipando lo que estaba por llegar. El año pasado, con la incorporación de Gortat, el equipo acabo con un record de 44-38, quintos en su Conferencia y jugando sus primeros Playoffs desde la campaña 2007/8. Allí derrotaron a los Bulls en 5 partidos y forzaron 6 contra los Indiana Pacers, que habían sido el mejor equipo del Este en liga regular. Además, Wall fue elegido por los entrenadores para jugar el All Star, consolidando su estrellato en la liga, promediando en su cuarto año 19,3 puntos, 8,8 asistencias y 1,8 robos. Todo buenas noticias para el equipo de la capital.
El verano se presentaba entonces como el momento de consolidar lo ya logrado. Dos de los titulares, Marcin Gortat y Trevor Ariza, eran agentes libres. Se aseguraron la continuidad del polaco muy pronto, con un contrato de 5 años y 60 millones. El jugador ha demostrado sobradamente su nivel, aunque el contrato parece algo exagerado, sobre todo por la duración; pero también es verdad que la franquicia tenía que hacer un esfuerzo por retenerle y el quinto año, que solo ellos podían ofrecerle, era su mejor baza. Sin embargo, Ariza probó suerte en la agencia libre y acabó firmando con los Rockets. Una baja sensible, pero que no resulta dramática viendo su sustituto: nada más y nada menos que Paul Pierce, el otrora capitán de los Celtics. El veterano alero firmó por dos años y algo más de 10 millones. Un fichaje que da moral no solo en lo deportivo, sino también por el hecho de que un jugador ganador como él haya elegido este proyecto. El resto de movimientos en el mercado ha ido encaminado a mejorar el banquillo, especialmente el juego interior: DeJuan Blair y Kris Humphries han llegado, y Andre Miller y Drew Gooden seguirán en el equipo. Los movimientos en el banquillo no solo han tenido que ver con jugadores: poco después de la eliminación contra Indiana se anunciaba la renovación de Randy Wittman, y se han incorporado como asistentes a Roy Rogers, Howard Eisley y David Adkins, que entrenó a Kevin Durant en el instituto, lo que ha provocado que empiecen a surgir rumores sobre el fichaje del actual MVP por el equipo de su ciudad natal.
Los magos de Washington presentan una plantilla profunda, mezclando la juventud y el potencial de Wall, Beal y Otto Porter Jr. (aplaudido, aunque después inutilizado, tercer pick en 2013) con la calidad contrastada y veteranía de Pierce, Gortat o Andre Miller. La rotación interior parece una de las más fuertes de la liga, siempre que las lesiones les respeten, especialmente al brasileño Nene. Hablábamos al principio de la progresión de Wall, pero los 17 puntos con un 40% en triples de Bradley Beal, en su segunda temporada y con 21 añitos, son también motivo de admiración y esperanza para el futuro. Por ponerles algún pero, la rotación exterior se puede quedar algo corta, si pensamos que por detrás de su flamante trió titular solo están Miller, Webster, Porter y Glen Rice Jr. Es posible que lo movimientos que hagan para cerrar la plantilla vayan en esa dirección.
A pesar del optimismo, el objetivo principal de los Wizards tiene que ser clasificarse para Playoffs, en un año donde el nivel medio de la Conferencia Este ha subido. Durante la offseason se han movido muy bien para asegurarse dicho objetivo, y ahora solo falta que se plasme sobre la cancha. Con una base ya definida desde la temporada anterior, y alguna de sus piezas incluso antes, deberíamos de esperar de ellos solidez y contundencia como equipo, porque lo más difícil no es llegar sino consolidarse. El proyecto debería ir en años sucesivos tan arriba como crezcan Wall y Beal y aguanten Pierce y Gortat. Este año se prevé que haya un cambio de trono en la Conferencia Este y, aunque quizás sea muy pronto para ellos, Washington tendrá por lo menos algo que de decir al respecto.
@Kay76ers
El verano se presentaba entonces como el momento de consolidar lo ya logrado. Dos de los titulares, Marcin Gortat y Trevor Ariza, eran agentes libres. Se aseguraron la continuidad del polaco muy pronto, con un contrato de 5 años y 60 millones. El jugador ha demostrado sobradamente su nivel, aunque el contrato parece algo exagerado, sobre todo por la duración; pero también es verdad que la franquicia tenía que hacer un esfuerzo por retenerle y el quinto año, que solo ellos podían ofrecerle, era su mejor baza. Sin embargo, Ariza probó suerte en la agencia libre y acabó firmando con los Rockets. Una baja sensible, pero que no resulta dramática viendo su sustituto: nada más y nada menos que Paul Pierce, el otrora capitán de los Celtics. El veterano alero firmó por dos años y algo más de 10 millones. Un fichaje que da moral no solo en lo deportivo, sino también por el hecho de que un jugador ganador como él haya elegido este proyecto. El resto de movimientos en el mercado ha ido encaminado a mejorar el banquillo, especialmente el juego interior: DeJuan Blair y Kris Humphries han llegado, y Andre Miller y Drew Gooden seguirán en el equipo. Los movimientos en el banquillo no solo han tenido que ver con jugadores: poco después de la eliminación contra Indiana se anunciaba la renovación de Randy Wittman, y se han incorporado como asistentes a Roy Rogers, Howard Eisley y David Adkins, que entrenó a Kevin Durant en el instituto, lo que ha provocado que empiecen a surgir rumores sobre el fichaje del actual MVP por el equipo de su ciudad natal.
Los magos de Washington presentan una plantilla profunda, mezclando la juventud y el potencial de Wall, Beal y Otto Porter Jr. (aplaudido, aunque después inutilizado, tercer pick en 2013) con la calidad contrastada y veteranía de Pierce, Gortat o Andre Miller. La rotación interior parece una de las más fuertes de la liga, siempre que las lesiones les respeten, especialmente al brasileño Nene. Hablábamos al principio de la progresión de Wall, pero los 17 puntos con un 40% en triples de Bradley Beal, en su segunda temporada y con 21 añitos, son también motivo de admiración y esperanza para el futuro. Por ponerles algún pero, la rotación exterior se puede quedar algo corta, si pensamos que por detrás de su flamante trió titular solo están Miller, Webster, Porter y Glen Rice Jr. Es posible que lo movimientos que hagan para cerrar la plantilla vayan en esa dirección.
A pesar del optimismo, el objetivo principal de los Wizards tiene que ser clasificarse para Playoffs, en un año donde el nivel medio de la Conferencia Este ha subido. Durante la offseason se han movido muy bien para asegurarse dicho objetivo, y ahora solo falta que se plasme sobre la cancha. Con una base ya definida desde la temporada anterior, y alguna de sus piezas incluso antes, deberíamos de esperar de ellos solidez y contundencia como equipo, porque lo más difícil no es llegar sino consolidarse. El proyecto debería ir en años sucesivos tan arriba como crezcan Wall y Beal y aguanten Pierce y Gortat. Este año se prevé que haya un cambio de trono en la Conferencia Este y, aunque quizás sea muy pronto para ellos, Washington tendrá por lo menos algo que de decir al respecto.
@Kay76ers