Houston Rockets, mejorar lo logrado la temporada pasada como objetivo principal
Tras un verano en el que finalmente no llegó ningún fichaje estrella, los de Kevon McHale intentarán mejorar los registros marcados la temporada 13/14
La franquicia de Houston tiene por delante una temporada ilusionante a la vez que llena de dudas, debido al convulso verano y período de fichajes que se ha vivido en el conjunto del Toyota Arena. La temporada acabó cuando los Rockets cayeron soprendentemente en primera ronda de playoffs ante los Trail Blazers de Portland, dejando a los aficionados de Houston algo desilusionados tras el fichaje de Howard y la gran temporada regular de su equipo. Por ello, la franquicia tenía previsto para el verano la llegada de una gran estrella para completar el “big three” junto a Harden y Howard y mejorar el fondo de armario de la plantilla, este segundo objetivo si parece haberse logrado pero el primero no. Primero se habló de la llegada desde la Gran Manzana de Carmelo Anthony, pero finalmente éste renovó por los Knicks; después se especuló con la llegada de LeBron James o Kevin Love, aunque finalmente ambos se decidieron por Cleveland; también parecía confirmada la contratación de Rajon Rondo que quería salir además de los Celtics, pero finalmente el base tampoco llegó a Houston; la llegada más clara de todas y que de hecho fue casi oficial fue la de Chris Bosh, el de Miami quería llegar a los Rockets y el trato parecía cerrado cuando los Heat le ofrecieron un contrato que Bosh no pudo rechazar y acabó quedándose en Miami. Pero además de que no llegase esa estrella, Daryl Morey decidió vender a uno de sus buques insignia en busca del “big three”, y el elegido fue Chandler Parsons. El jugador que había hecho toda su carrera en Houston desde que estos le escogieron en el Draft, recibió una oferta de estrella por parte de los Mavericks que los Rockets no creyeron conveniente igualar, por lo que el alero puso destino Dallas. Para cubrir esta baja, a “H-Town” llegó Trevor Ariza, jugador que ya estuvo en los Rockets en otra estapa, con un contrato menor que el de Parsons y unas cualidades similares. Además de la llegada del ex Wizards, al equipo de Kevin McHale han llegado dos jugadores procedentes de la ACB como son Kostas Papanikolau y Joey Dorsey para ampliar el fondo de armario. También se añadieron a esta lista de llegadas jugadores como Ish Smith, Jeff Adrien, Troy Daniels, Isaiah Canaan, Josh Powell, Rovert Covington, Clint Capella y Nick Johnson, casi todos estos con un contrato no garantizado. En las últimas fechas además se ha cerrado la contratación del base Jason Terry, procedente de Sacramentom para reforzar el juego exterior y la posición de base. Por último, y para acabar de analizar la plantilla, destacar las salidas del pívot Omer Asik dirección New Orleans y la del base Jeremy Lin que llevará la “linsanity” a Los Ángeles, concretamente a Los Lakers. De esta manera, y pese a que la plantilla aún no esté cerrada, los Rockets logran quizás un mayor y mejor fondo de armario de cara a las rotaciones, pero se quedan sin mejorar el quinteto pensando en el anillo con un gran fichaje, aunque todo es posible.
Ese todo es posible que acabo de comentar, depende en gran parte del estado de forma y de la temporada que realicen las dos grandes estrellas del equipo, como son James Harden y Howard. El escolta se proclamó en verano campeón del mundo con su selección siendo el máximo anotador de la misma y ha declarado que empieza la temporada con ganas y con un reto, mejorar su defensa, algo que “The Beard” tendrá que hacer si quiere convertirse, como él ha dicho “en el mejor jugador vivo del planeta”. Ya ha sido quinteto ideal, top 5 de máximos anotadores y mejor escolta de la liga además de All Star, pero para dar ese pasito más y mejorar tanto él como su equipo ha de mejorar el aspecto defensivo y quizás también la elección de tiro y los porcentajes de los mismos. El año pasado promedió 25,4 puntos por partido, con 6.1 asistencias y 1,6 robos por partido, lo negativo el 45,6% en tiros de campo y el 36,6% en tiros de 3; será clave para ver hasta dónde pueden llegar sus Rockets. La otra estrella del equipo es pívot y se llama Dwight Howard, uno de los pívots más criticados en la NBA realizó una buena temporada pasada, promediando 18,3 puntos y 12,3 tapones por partido con casi un 60% en tiros de campo, y también fue capaz de mejorar su paupérrimo porcentaje en tiros libres, llegando a un 54,7%. Pese a todo esto, su equipo necesita un poco más de él, un jugador con su físico y poderío bajo el aro ha de tener una mayor regularidad y una mayor presencia en los partidos, si mejora estos aspectos su equipo lo notará mucho y los Rockets subirán un peldaño más en su nivel. Pero además de estos dos jugadores, los Rockets necesitan la aportación de Ariza, el cual veremos si consigue hacer olvidar a Parsons; de Beverley que debe mejorar en ataque y no solo ser un base defensivo; de Terrence Jones que el año pasado comenzó a despuntar y este debe consagrarse en la NBA; y de otros jugadores más secundarios como Papanikolau, Jason Terry o Joey Dorsey que deben dar minutos de calidad y de descanso a las primeras espadas de Houston.
Dicho todo esto y una vez hecho un pequeño resumen y análisis de la plantilla de los Rockets, para acabar decir que como mínimo se les debería exigir igualar la campaña regular y la primera ronda de playoff del año pasado. A partir de ahí, quizás llegar algo más lejos, es verdad que su conferencia es la más dura y que será complicado, pero si quieren ser un equipo a tener en cuenta, que asuste, y ser candidato al anillo ya o en un futuro próximo, el equipo de McHale debe dar ese saltito y pasito al frente.
@Javi_ezquerra
La franquicia de Houston tiene por delante una temporada ilusionante a la vez que llena de dudas, debido al convulso verano y período de fichajes que se ha vivido en el conjunto del Toyota Arena. La temporada acabó cuando los Rockets cayeron soprendentemente en primera ronda de playoffs ante los Trail Blazers de Portland, dejando a los aficionados de Houston algo desilusionados tras el fichaje de Howard y la gran temporada regular de su equipo. Por ello, la franquicia tenía previsto para el verano la llegada de una gran estrella para completar el “big three” junto a Harden y Howard y mejorar el fondo de armario de la plantilla, este segundo objetivo si parece haberse logrado pero el primero no. Primero se habló de la llegada desde la Gran Manzana de Carmelo Anthony, pero finalmente éste renovó por los Knicks; después se especuló con la llegada de LeBron James o Kevin Love, aunque finalmente ambos se decidieron por Cleveland; también parecía confirmada la contratación de Rajon Rondo que quería salir además de los Celtics, pero finalmente el base tampoco llegó a Houston; la llegada más clara de todas y que de hecho fue casi oficial fue la de Chris Bosh, el de Miami quería llegar a los Rockets y el trato parecía cerrado cuando los Heat le ofrecieron un contrato que Bosh no pudo rechazar y acabó quedándose en Miami. Pero además de que no llegase esa estrella, Daryl Morey decidió vender a uno de sus buques insignia en busca del “big three”, y el elegido fue Chandler Parsons. El jugador que había hecho toda su carrera en Houston desde que estos le escogieron en el Draft, recibió una oferta de estrella por parte de los Mavericks que los Rockets no creyeron conveniente igualar, por lo que el alero puso destino Dallas. Para cubrir esta baja, a “H-Town” llegó Trevor Ariza, jugador que ya estuvo en los Rockets en otra estapa, con un contrato menor que el de Parsons y unas cualidades similares. Además de la llegada del ex Wizards, al equipo de Kevin McHale han llegado dos jugadores procedentes de la ACB como son Kostas Papanikolau y Joey Dorsey para ampliar el fondo de armario. También se añadieron a esta lista de llegadas jugadores como Ish Smith, Jeff Adrien, Troy Daniels, Isaiah Canaan, Josh Powell, Rovert Covington, Clint Capella y Nick Johnson, casi todos estos con un contrato no garantizado. En las últimas fechas además se ha cerrado la contratación del base Jason Terry, procedente de Sacramentom para reforzar el juego exterior y la posición de base. Por último, y para acabar de analizar la plantilla, destacar las salidas del pívot Omer Asik dirección New Orleans y la del base Jeremy Lin que llevará la “linsanity” a Los Ángeles, concretamente a Los Lakers. De esta manera, y pese a que la plantilla aún no esté cerrada, los Rockets logran quizás un mayor y mejor fondo de armario de cara a las rotaciones, pero se quedan sin mejorar el quinteto pensando en el anillo con un gran fichaje, aunque todo es posible.
Ese todo es posible que acabo de comentar, depende en gran parte del estado de forma y de la temporada que realicen las dos grandes estrellas del equipo, como son James Harden y Howard. El escolta se proclamó en verano campeón del mundo con su selección siendo el máximo anotador de la misma y ha declarado que empieza la temporada con ganas y con un reto, mejorar su defensa, algo que “The Beard” tendrá que hacer si quiere convertirse, como él ha dicho “en el mejor jugador vivo del planeta”. Ya ha sido quinteto ideal, top 5 de máximos anotadores y mejor escolta de la liga además de All Star, pero para dar ese pasito más y mejorar tanto él como su equipo ha de mejorar el aspecto defensivo y quizás también la elección de tiro y los porcentajes de los mismos. El año pasado promedió 25,4 puntos por partido, con 6.1 asistencias y 1,6 robos por partido, lo negativo el 45,6% en tiros de campo y el 36,6% en tiros de 3; será clave para ver hasta dónde pueden llegar sus Rockets. La otra estrella del equipo es pívot y se llama Dwight Howard, uno de los pívots más criticados en la NBA realizó una buena temporada pasada, promediando 18,3 puntos y 12,3 tapones por partido con casi un 60% en tiros de campo, y también fue capaz de mejorar su paupérrimo porcentaje en tiros libres, llegando a un 54,7%. Pese a todo esto, su equipo necesita un poco más de él, un jugador con su físico y poderío bajo el aro ha de tener una mayor regularidad y una mayor presencia en los partidos, si mejora estos aspectos su equipo lo notará mucho y los Rockets subirán un peldaño más en su nivel. Pero además de estos dos jugadores, los Rockets necesitan la aportación de Ariza, el cual veremos si consigue hacer olvidar a Parsons; de Beverley que debe mejorar en ataque y no solo ser un base defensivo; de Terrence Jones que el año pasado comenzó a despuntar y este debe consagrarse en la NBA; y de otros jugadores más secundarios como Papanikolau, Jason Terry o Joey Dorsey que deben dar minutos de calidad y de descanso a las primeras espadas de Houston.
Dicho todo esto y una vez hecho un pequeño resumen y análisis de la plantilla de los Rockets, para acabar decir que como mínimo se les debería exigir igualar la campaña regular y la primera ronda de playoff del año pasado. A partir de ahí, quizás llegar algo más lejos, es verdad que su conferencia es la más dura y que será complicado, pero si quieren ser un equipo a tener en cuenta, que asuste, y ser candidato al anillo ya o en un futuro próximo, el equipo de McHale debe dar ese saltito y pasito al frente.
@Javi_ezquerra