Betis 3-6 Valencia. Un Valencia de locura
El equipo che alcanza la segunda plaza tras un final de partido de infarto que honra al fútbol
Ambientazo de partido grande en el Villamarín, Betis y Valencia cruzan sus caminos en la escalada por la clasificación de LaLiga, ambos han dejado atrás sus malos años para estar de nuevo en lo alto de la tabla, el que se haga con los tres puntos saldrá muy reforzado, que gane el mejor.
El balón echo a rodar sin tapujos, ninguno de los dos vacilo a la hora de plantear sus estilos de juego, las especulaciones se quedaron en el vestuario y a los dos minutos ya se habían pisado las áreas, hoy se venían curvas.
Los jugadores iban a mil revoluciones, no había tiempo para pensar, un despiste y el balón se había esfumado, todos estaban enchufados. Transiciones rápidas a unas velocidades de vértigo, aquí no se regalaba nada.
Era tal la igualdad que para ver la primera intervención de un portero había que irse hasta la media hora de partido, Adán rechazaba un buen disparo de Soler. A esta ocasión le iba a seguir otra en la que Rodrigo no encontraba portería, el Valencia tomaba ventaja.
Vaya que si tomaba ventaja, Kondogbia se elevaba sobre los mortales para rematar un balón con tanta violencia que hacia imposible cualquier intento para detenerlo. Cualquier amante de los remates habrá quedado saciado con el giro del cuello y la potencia de remate, golazo.
El Valencia estaba desatado y el Betis tenia que recular, ahora si había un claro dominador. Y si por unos momentos parecía que el Betis cogia aire Guedes iba a asestar un golpe letal. El portugués quitaba las telarañas de la escuadra con disparo que habrá dejado a más de uno con la boca abierta.
Con esto se llegaba al final de la primera mitad, el marcador era fruto de diez minutos de arrebato del Valencia y dos zarpazos que dejaron al Betis en la lona. A pesar de la gran igualdad el Valencia ha demostrado ser más completo y, sobre todo, más letal. Toda la segunda mitad para cambiar las cosas.
La reanudación del partido dejo clara las intenciones del Betis, los verdiblancos salieron en tromba, ahora le tocaba al Valencia saber gestionar la ventaja de dos goles. Se podían ver las dos caras de la moneda: el Betis que quería agitar el partido y el Valencia que lo quería calmar, guerra de intereses.
Y el partido se agitó, un balón perdido le daba en el brazo a Kondogbia y el arbitro pitaba penalti, riguroso y polémico cuanto menos pero también intranscendente, Neto se agigantaba y paraba la pena máxima, hay porteros que dan puntos.
Y si quedaban dudas Rodrigo se iba a encargar de resolverlas, el ariete internacional remataba un buen córner para picar el balón a Adán y poner el 3-0. No se sabe sabe si Marcelino tiene una especie de super poder pero este Valencia no tiene ni punto de comparación con el de años anteriores, chapeau por el asturiano.
Pero es que la fiesta che no acababa ahí, un pelotazo en largo de Gayà a Mina se iba a convertir en el cuarto gol, el delantero gallego marcaba con algo de fortuna después de que su golpeo fuera desviado por un defensa para trazar una parábola imposible para Adán.
Pero la perfección no existe, y el Valencia no es perfecto, antes de llegar a los diez minutos finales un mal entendido entre Paulista y Parejo dejaba a Campbell delante de un Neto que poco pudo hacer. A este Betis nunca se le puede dar por muerto, ya lo demostró la pasada jornada en Anoeta.
Y si con 1-4 había gente que aun creía, con el segundo local estos pocos "locos" se multiplicaron, Sanabria aprovecha un buen balón en largo, driblaba a Neto y ponía algo más de emoción a un partido que parecía sentenciado.
Dos minutos después la locura era ya una realidad, Tello controlaba un balón llovido, se acomodaba y colocaba el balón en la cepa del palo. 5 minutos para el milagro, con el Betis a pecho descubierto y una hinchada entregada, el fútbol es de los soñadores.
Y los soñadores soñaron hasta que Zaza quiso, el italiano, que sigue de dulce con el gol, cruzaba el balón bajo las piernas de Adán y le daba tranquilidad a los de la capital del Turia, que montaña rusa de emociones se había vivido en el Villamarín, ver para creer.
Llegando al final más de uno se tuvo que frotar los ojos, una contra liderada de Guedes caía en los pies de Pereira para que el del United pusiera el balón en la escuadra. Y ahora si se podía decir que juego, set y partido para el Valencia.
Y campana y se acabó, el grifo de los milagros se cerró y el Valencia se alzó con la victoria, lo que parecia un partido controlado para los che se convirtió en una auténtica carambola en la que se pudieron ver hasta 5 goles en los últimos diez minutos. Al Betis no se le puede poner ni un pero, los locales lo dieron todo y estuvieron a punto de empatar un partido que fue eso: una locura.
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Foto vía Twitter |
LaLiga Santander-Jornada 8
Betis | 3 |
---|---|
Valencia | 6 |
Ficha técnica
|
---|
Betis: Adán; Durmisi, Feddal, Mandi, Barragán; Ruiz (Camarasa, 67'), Guardado, Narvaez (Tello, 67'); León (Campbell, 77'), Sanabria, Joaquín.
Valencia: Neto; Vidal, Garay, Murillo (Paulista, 78'), Gayà; Soler (Pereia, 75'), Parejo, Kondogbia, Guedes; Zaza, Rodrigo (Mina, 74'). Goles: 0-1 Kondogbia (35'), 0-2 Guedes (45'), 0-3 Rodrigo (64'), 0-4 Mina (74'), 1-4 Campbell (79'), 2-4 Sanabria (80'), 3-4 Tello (84'), 3-5 Zaza (88'), 3-6 Pereira (90'+3) Arbitro: José María Sánchez Martínez, que amonestó a Feddal (45'), Garay (46'), Vidal (52') y Pereira (87') Incidencias: Partido disputado en el estadio Benito Villamarín 60.720 espectadores. |
El balón echo a rodar sin tapujos, ninguno de los dos vacilo a la hora de plantear sus estilos de juego, las especulaciones se quedaron en el vestuario y a los dos minutos ya se habían pisado las áreas, hoy se venían curvas.
Los jugadores iban a mil revoluciones, no había tiempo para pensar, un despiste y el balón se había esfumado, todos estaban enchufados. Transiciones rápidas a unas velocidades de vértigo, aquí no se regalaba nada.
Era tal la igualdad que para ver la primera intervención de un portero había que irse hasta la media hora de partido, Adán rechazaba un buen disparo de Soler. A esta ocasión le iba a seguir otra en la que Rodrigo no encontraba portería, el Valencia tomaba ventaja.
Vaya que si tomaba ventaja, Kondogbia se elevaba sobre los mortales para rematar un balón con tanta violencia que hacia imposible cualquier intento para detenerlo. Cualquier amante de los remates habrá quedado saciado con el giro del cuello y la potencia de remate, golazo.
El Valencia estaba desatado y el Betis tenia que recular, ahora si había un claro dominador. Y si por unos momentos parecía que el Betis cogia aire Guedes iba a asestar un golpe letal. El portugués quitaba las telarañas de la escuadra con disparo que habrá dejado a más de uno con la boca abierta.
Con esto se llegaba al final de la primera mitad, el marcador era fruto de diez minutos de arrebato del Valencia y dos zarpazos que dejaron al Betis en la lona. A pesar de la gran igualdad el Valencia ha demostrado ser más completo y, sobre todo, más letal. Toda la segunda mitad para cambiar las cosas.
La reanudación del partido dejo clara las intenciones del Betis, los verdiblancos salieron en tromba, ahora le tocaba al Valencia saber gestionar la ventaja de dos goles. Se podían ver las dos caras de la moneda: el Betis que quería agitar el partido y el Valencia que lo quería calmar, guerra de intereses.
Y el partido se agitó, un balón perdido le daba en el brazo a Kondogbia y el arbitro pitaba penalti, riguroso y polémico cuanto menos pero también intranscendente, Neto se agigantaba y paraba la pena máxima, hay porteros que dan puntos.
Y si quedaban dudas Rodrigo se iba a encargar de resolverlas, el ariete internacional remataba un buen córner para picar el balón a Adán y poner el 3-0. No se sabe sabe si Marcelino tiene una especie de super poder pero este Valencia no tiene ni punto de comparación con el de años anteriores, chapeau por el asturiano.
Pero es que la fiesta che no acababa ahí, un pelotazo en largo de Gayà a Mina se iba a convertir en el cuarto gol, el delantero gallego marcaba con algo de fortuna después de que su golpeo fuera desviado por un defensa para trazar una parábola imposible para Adán.
Pero la perfección no existe, y el Valencia no es perfecto, antes de llegar a los diez minutos finales un mal entendido entre Paulista y Parejo dejaba a Campbell delante de un Neto que poco pudo hacer. A este Betis nunca se le puede dar por muerto, ya lo demostró la pasada jornada en Anoeta.
Y si con 1-4 había gente que aun creía, con el segundo local estos pocos "locos" se multiplicaron, Sanabria aprovecha un buen balón en largo, driblaba a Neto y ponía algo más de emoción a un partido que parecía sentenciado.
Dos minutos después la locura era ya una realidad, Tello controlaba un balón llovido, se acomodaba y colocaba el balón en la cepa del palo. 5 minutos para el milagro, con el Betis a pecho descubierto y una hinchada entregada, el fútbol es de los soñadores.
Y los soñadores soñaron hasta que Zaza quiso, el italiano, que sigue de dulce con el gol, cruzaba el balón bajo las piernas de Adán y le daba tranquilidad a los de la capital del Turia, que montaña rusa de emociones se había vivido en el Villamarín, ver para creer.
Llegando al final más de uno se tuvo que frotar los ojos, una contra liderada de Guedes caía en los pies de Pereira para que el del United pusiera el balón en la escuadra. Y ahora si se podía decir que juego, set y partido para el Valencia.
Y campana y se acabó, el grifo de los milagros se cerró y el Valencia se alzó con la victoria, lo que parecia un partido controlado para los che se convirtió en una auténtica carambola en la que se pudieron ver hasta 5 goles en los últimos diez minutos. Al Betis no se le puede poner ni un pero, los locales lo dieron todo y estuvieron a punto de empatar un partido que fue eso: una locura.
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