Deportivo 1-1 Mirandés: Llueve sobre mojado
El Dépor suma su septimo partido si ganar ante un estadio de Riazor que ya pide la cabeza del técnico y de la directiva
El Dpeortivo de La Coruña y el Mirandés cerraron la octava jornada de LaLiga Smartbank con un valioso empate para los visitantes y una bochornosa actuación para los locales. El conjunto que dirige Andoni Iraola se adelantó en una jugada embarullada por medio de Sousa. Poco después, Mollejo pondría el empate para los blanquiazules, que se mostraron faltos de ideas en ataque para ir a por el segundo.
La primera parte fue un desierto bajo la lluvia. Las continuas interrupciones del juego y el césped, demasiado resbaladizo por las condiciones climatológicas, impidieron que ninguno de los equipos pudiese llevar la manija del partido. Lo intentaron tímidamente los locales cargando el ataque sobre la banda derecha de Mollejo e intentando conectar con un Borja Valle que no se terminaba de encontrar como único punta. No tardó en llegar la polémica a Riazor. El colegiado desestimó con la ayuda del VAR un posible penalti favorable al Dépor por una mano de un jugador del Mirandés a la salida de un córner.
El conjunto visitante también tuvo las suyas. Dani Giménez tuvo que intervenir ante un disparo de media distancia de Sousa. Las imprecisiones de los locales fueron lo más destacado del primer tiempo. Lampropoulos fue un mar de dudas y malas decisiones durante todo el partido. Tampoco terminó de encajar Shibasaki, que continúa desorientado en el doble pivote con Álex Bergantiños, uno de los pocos que probó el disparo en el primer tiempo.
Ya en el segunda parte, Anquela movió ficha. Sacó a Christian Santos por Borja Galán, desplazando a Borja Valle a la banda izquierda. El inicio del segundo tiempo fue aun más estrepitoso. El Dépor no era capaz de sacar el balón de las inmediaciones de su área. Fruto de ello, Lampropoulos provocó una falta en la frontal que sería fatal. El Mirandés usó la estrategia para que un jugador provase un disparo que se envenenó tras pegar en la pierna de Lampropoulos y dejó a Dani a pie cambiado. Un defensa logró sacarla bajo la línea, solo para que Sousa cazara el rechace y marcase a portería vacía.
La grada estalló contra el director deportivo y contra el palco. Mientras, en el verde no tardaría en reaccionar el equipo herculino. Mollejo firmaba el empate al aprovechar el rechace de Limones tras detener un potente disparo de Eneko Bóveda. A partir del gol del empate, poco fútbol más se vio. El encuentro volvió a ser una sucesión de interrupciones. El Dépor no conseguía hilar jugadas y se limitaba a tocar en la línea defensiva y buscar algún desmarque al pelotazo. La entrada de Peru Nolaskoain, que debutaba, le dio algo más de criterio a la creación, pero no supuso ningún cambio en la dinámica. Tampoco lo supuso la entrada Longo, que no se entendió con sus compañeros de ataque para llevar alguna contra peligrosa.
Finalmente, el partido acabó con unas tablas valiosas para el Mirandés y nefastas para el Dépor y para Anquela, que podría tener sus horas contadas en el banquillo blanquiazul. Talvez la jornada intersemanal dicte la sentencia para el técnico en la visita del equipo al Girona. Por su parte, el Mirandés recibirá al Lugo.
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| Foto: RC Deportivo |
LaLiga Smartbank-Jornada 8
| Deportivo | 1 |
|---|---|
| Mirandés | 1 |
Ficha técnica
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|---|
Deportivo: Dani Giméenz; Bóveda, Lampropoulos, Montero, Salva Ruiz; Bergantiños, Shibasaki (Nolaskoain, 66'), Mollejo, Aketxe, Borja Galán (Christian Santos, 46'); Borja Valle (Longo, 75').
Mirandés: Limones; carlos Julio, Cristian González, Sergio, Kijera; Antonio Sánchez, Malsa (Guridi, 90'), Merquelanz, Álvaro Peña (Matheus Aias, 81'), Íñigo Vicente (Álvaro Rey, 60'); Sousa. Goles: 0-1 Sousa (49'), 1-1 Mollejo (54'). Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (comité madrileño). Amonestó a Mollejo 815'), Montero (60'), Malsa (90'). Incidencias: ABANCA-Riazor (13.409 espectadores). |
La primera parte fue un desierto bajo la lluvia. Las continuas interrupciones del juego y el césped, demasiado resbaladizo por las condiciones climatológicas, impidieron que ninguno de los equipos pudiese llevar la manija del partido. Lo intentaron tímidamente los locales cargando el ataque sobre la banda derecha de Mollejo e intentando conectar con un Borja Valle que no se terminaba de encontrar como único punta. No tardó en llegar la polémica a Riazor. El colegiado desestimó con la ayuda del VAR un posible penalti favorable al Dépor por una mano de un jugador del Mirandés a la salida de un córner.
El conjunto visitante también tuvo las suyas. Dani Giménez tuvo que intervenir ante un disparo de media distancia de Sousa. Las imprecisiones de los locales fueron lo más destacado del primer tiempo. Lampropoulos fue un mar de dudas y malas decisiones durante todo el partido. Tampoco terminó de encajar Shibasaki, que continúa desorientado en el doble pivote con Álex Bergantiños, uno de los pocos que probó el disparo en el primer tiempo.
Ya en el segunda parte, Anquela movió ficha. Sacó a Christian Santos por Borja Galán, desplazando a Borja Valle a la banda izquierda. El inicio del segundo tiempo fue aun más estrepitoso. El Dépor no era capaz de sacar el balón de las inmediaciones de su área. Fruto de ello, Lampropoulos provocó una falta en la frontal que sería fatal. El Mirandés usó la estrategia para que un jugador provase un disparo que se envenenó tras pegar en la pierna de Lampropoulos y dejó a Dani a pie cambiado. Un defensa logró sacarla bajo la línea, solo para que Sousa cazara el rechace y marcase a portería vacía.
La grada estalló contra el director deportivo y contra el palco. Mientras, en el verde no tardaría en reaccionar el equipo herculino. Mollejo firmaba el empate al aprovechar el rechace de Limones tras detener un potente disparo de Eneko Bóveda. A partir del gol del empate, poco fútbol más se vio. El encuentro volvió a ser una sucesión de interrupciones. El Dépor no conseguía hilar jugadas y se limitaba a tocar en la línea defensiva y buscar algún desmarque al pelotazo. La entrada de Peru Nolaskoain, que debutaba, le dio algo más de criterio a la creación, pero no supuso ningún cambio en la dinámica. Tampoco lo supuso la entrada Longo, que no se entendió con sus compañeros de ataque para llevar alguna contra peligrosa.
Finalmente, el partido acabó con unas tablas valiosas para el Mirandés y nefastas para el Dépor y para Anquela, que podría tener sus horas contadas en el banquillo blanquiazul. Talvez la jornada intersemanal dicte la sentencia para el técnico en la visita del equipo al Girona. Por su parte, el Mirandés recibirá al Lugo.
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