El difícil criterio del fuera de juego
Una de las mayores polémicas en el mundo del fútbol, pero, ¿existe alguna manera de mejorar esta norma?
Los fueras de juego, un quebradero de cabeza para árbitros, jugadores, entrenadores y aficionados del fútbol en general. Una norma que trae consigo muchas dudas y, además, muchas opiniones distintas sobre cómo debería aplicarse.
Según la FIFA, “un jugador está en una posición de fuera de juego si se encuentra más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario“. No obstante, ¿es realmente un fuera de juego de un centímetro una ventaja suficiente para el atacante? Aquí llega el debate. Con el reglamento en la mano, sí. Sin embargo, esto más de una vez ha traído consigo opiniones muy distintas, ahora incluso más con la entrada del VAR.
¿Posibles soluciones? La primera está clara, dejar la norma tal cual está. ¿Ventaja? Sería lo más fácil porque no conlleva ningún cambio en las reglas. ¿Problema? No es cuestión de qué es más fácil o menos tedioso, si no de qué es más justo.
¿Establecer una distancia mínima? Seguiría habiendo dudas en el momento en el que haya un fuera de juego por un centímetro, o menos, respecto a la nueva distancia establecida, por lo que se daría la misma situación. ¿O no? Por ejemplo, ¿es lo mismo un fuera de juego de un centímetro que otro de 10? Suponiendo que esta solución fuera la más asequible, aquí llega la verdadera dificultad. ¿Cómo se establece esa distancia mínima? ¿Por qué 10 centímetros y no 11? Muy complicado.
¿El árbitro decide subjetivamente cuándo es fuera de juego en situaciones en las que la distancia sea mínima? Primero, y otra vez, ¿cuándo la distancia es mínima y cuándo no? Segundo, si ya hay problemas con una decisión apoyada en un criterio objetivo, habría más incluso con una basada en uno subjetivo.
Existen más posibilidades todavía. En cualquier caso, el tema requiere de un profundo debate en el que nunca habrá un acuerdo unánime. Por ello, os leemos en Deporte y Ocio.
Seguir a @oliverpg_
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| Foto: FIFA.com |
Los fueras de juego, un quebradero de cabeza para árbitros, jugadores, entrenadores y aficionados del fútbol en general. Una norma que trae consigo muchas dudas y, además, muchas opiniones distintas sobre cómo debería aplicarse.
Según la FIFA, “un jugador está en una posición de fuera de juego si se encuentra más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario“. No obstante, ¿es realmente un fuera de juego de un centímetro una ventaja suficiente para el atacante? Aquí llega el debate. Con el reglamento en la mano, sí. Sin embargo, esto más de una vez ha traído consigo opiniones muy distintas, ahora incluso más con la entrada del VAR.
¿Posibles soluciones? La primera está clara, dejar la norma tal cual está. ¿Ventaja? Sería lo más fácil porque no conlleva ningún cambio en las reglas. ¿Problema? No es cuestión de qué es más fácil o menos tedioso, si no de qué es más justo.
¿Establecer una distancia mínima? Seguiría habiendo dudas en el momento en el que haya un fuera de juego por un centímetro, o menos, respecto a la nueva distancia establecida, por lo que se daría la misma situación. ¿O no? Por ejemplo, ¿es lo mismo un fuera de juego de un centímetro que otro de 10? Suponiendo que esta solución fuera la más asequible, aquí llega la verdadera dificultad. ¿Cómo se establece esa distancia mínima? ¿Por qué 10 centímetros y no 11? Muy complicado.
¿El árbitro decide subjetivamente cuándo es fuera de juego en situaciones en las que la distancia sea mínima? Primero, y otra vez, ¿cuándo la distancia es mínima y cuándo no? Segundo, si ya hay problemas con una decisión apoyada en un criterio objetivo, habría más incluso con una basada en uno subjetivo.
Existen más posibilidades todavía. En cualquier caso, el tema requiere de un profundo debate en el que nunca habrá un acuerdo unánime. Por ello, os leemos en Deporte y Ocio.
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